Vamos a preparar nuestro primer acuario para insectos de agua dulce, por lo tanto será un intento sencillo de aproximarnos a esta materia en el plano práctico. Para ello nada mejor que echar un vistazo a aquello que nos rodea. Generalmente vivimos rodeados de sitios potencialmente buenos para recoger todo aquello que nos hace falta para montar nuestro acuario. Esto es debido a que por regla general los asentamientos humanos se establecen cerca de masas de agua dulce (ríos, lagos, acuíferos, etc.) o bien los creamos nosotros mismos para abastecer nuestras ciudades (acequias, balsas de riego, canales) o con fines ornamentales y recreativos (estanques, piscinas, charcas, campos de golf). Es por ello que no nos costará nada encontrar ecosistemas, ya sean naturales o artificiales, donde se dé una buena comunidad de insectos acuáticos.
Por ejemplo, en mi primer caso (ya que voy a presentaros varios, uno por entrada) he ido a un río muy cercano a Alicante, en la localidad interior de Tibi. Este río, llamado Riu Verd en valenciano (Río Verde) se caracteriza por tener un lecho de cantos rodados y gravilla, aguas relativamente frías, ya que nace en las montañas del interior de Alicante, así como por tener un rudimentario sistema de acequias excavadas en el mismo borde del cauce que presentan aguas muy quietas con fondo lodoso. Una vez allí hacemos un muestreo para ver qué especies de insectos pueblan el lugar.
Alguien podría pensar en este punto que estamos haciendo el trabajo al revés, es decir, conseguir los insectos sin tener montado el acuario. Bien, pues estaría en lo cierto. Lo que pasa es que yo he hecho una pequeña trampa, ya que no es la primera vez que visito estas aguas y por tanto ya sé lo que voy a encontrarme. Con este conocimiento ya he preparado un acuaterrario para albergar a algunas de las especies que existen en el río.
Lo normal es que algunas personas ya hayan visitado o conozcan las zonas donde van a conseguir estos insectos, pero quizá nunca se hayan parado a observar qué grupos de fauna habitan esas aguas. Por tanto lo ideal sería hacer una primera visita de reconocimiento para posteriormente (una vez preparado el acuario) realizar una segunda visita de captura de ejemplares. También es posible que mucha gente desconozca zonas donde poder conseguir estos animales. Una muy buena forma de encontrar estos lugares es preguntando a amigos o conocidos de la zona, saliendo de excursión a pie o en bicicleta (y de paso hacemos un poco de deporte y conocemos nuevos lugares alrededor de nuestra casa, muchas veces nos llegamos a sorprender). Seguramente encontraremos alguna balsa de riego muy cerca, sobre todo si nos salimos de las grandes ciudades, o algún arroyo, una charca después de las lluvias, un embalse o pantano, la desembocadura de un río o de canales en ciudades costeras, alguna piscina abandonada, abrevaderos para animales, etc. Hay muchos sitios que pueden ser idóneos para encontrar estos animales. Localizarlos o no dependerá de nuestra curiosidad y nuestras ganas de explorar la zona. Por regla general el que pregunta mucho acaba encontrando lo que busca, y el que da muchas vueltas por una zona también. Otra opción, para quienes manejen un poco mejor el ordenador, es sin duda el Google Earth. Es un programa que nos permite divisar la geografía de una zona por medio de imágenes satélie de Google. Hace tiempo era necesario descargarse el programa en el ordenador. Hoy en día se puede acceder a las imágenes satélite a través de Google Maps, en la misma red y sin instalaciones (aunque con algunas deficiencias respecto al programa completo). Simplemente entrando a Google Maps y tecleando el nombre de nuestra localidad podremos dar un paseo virtual por sus cercanías, alejando o aproximando la distancia al suelo para localizar masas de agua. Es realmente sencillo y un buen complemento para las excursiones ya que permite delimitar mucho el área en la que buscar.
Una vez que sabemos dónde acudir para la captura de los insectos debemos preparar el acuario. Siguiendo las indicaciones de una de las entradas anteriores en el blog (Acuario para Insectos Acuáticos: Acondicionamiento y Mantenimiento) podemos disponer nuestra urna en las mejores condiciones posibles atendiendo al grupo de insectos que vamos a colocar en su interior. En este caso hemos montado un acuaterrario para alojar ditiscos (escarabajos buceadores). Para ello disponemos el acuaterrario en dos zonas diferenciadas: una con tierra, turba, troncos, rocas y plantas emergidas, y otra con unos 8-10 cm de agua estancada, plantas subacuáticas, plantas palustres, plantas flotantes, algún canto rodado y una mezcla de sustrato fangoso-arenoso. No hemos colocado ni filtro ni calentador, aunque sí hemos dispuesto un termómetro dentro del acuaterrario para ir viendo las variaciones de temperatura a lo largo del año. Además de los insectos hemos introducido otros invertebrados como caracoles (planorbis y fisas) y crustáceos (Gammarus sp.). Estos animales favorecerán un mejor ciclo biológico del acuario y en ocasiones servirán incluso de alimento para algunos de nuestros insectos. El acuaterrario dispone de unos respiraderos. Por lo general uno se sitúa en una zona alta (normalmente en un lateral) y otro en una zona más baja (en el otro lateral). Esto es así para asegurar una buena circulación del aire desde el exterior al interior i viceversa. El respiradero inferior marca la zona límite por donde podemos situar la línea de agua, aunque conviene no apurar hasta el mismo borde. Los respiraderos normalmente van montados con una rejilla de plástico duro. En ocasiones esta rejilla es de un calibre que permite el paso de animales de pequeño tamaño. Para este supuesto nos es indiferente ya que vamos a albergar en el acuaterrario escarabajos de un tamaño muy grande (unos 5 cm) por lo que serán incapaces de escapar del terrario. También podrán entrar animales como moscas y mosquitos, lo cual al fin y al cabo es más beneficioso que perjudicial para nuestro propósito. En el caso de que los insectos a colocar cupiesen por la rejilla (dípteros, pequeños hemípteros, etc.) habría que cubrirla con una malla fina o bien con un tejido tipo media elástica.
Es conveniente coger una pequeña muestra tanto de agua como de sustrato (fango, arena, rocas, troncos) e incluso plantas del lugar donde hemos capturado los insectos. Este material lo utilizaremos en el montaje definitivo del acuaterrario ya que así simularemos mucho mejor sus condiciones naturales, introduciremos organismos que se dan en las aguas de donde provienen los insectos y, a veces, algunas de las plantas que traigamos como muestra serán el alimento o refugio de nuestros animales. El resultado final, cuanto más natural y heterogéneo quede, mucho mejor, siempre intentando reproducir con fidelidad alguno de los lugares donde hemos recolectado los insectos. Por ejemplo, en este caso, he intentado que se asemejara lo más posible a los márgenes laterales del río, donde existen una especie de acequias de aguas estancadas con vegetación muy abundante y un lecho fino, a veces muy turbio.
Este es el terreno de caza ideal para estos animales, además de un lugar donde encuentran refugio fácilmente. Aparte de los ditiscos, podríamos haber introducido en este acuaterrario especies de zapateros como Gerris sp. o escarabajos escribanos (gyrínidos), ya que la superficie del agua va a estar muy tranquila y podrían haberse reproducido incluso en la parte terrestre. En el medio acuático está claro que una especie depredadora de 5-6 cm va a ser la dominante, por tanto carece de sentido intentar introducir especies pequeñas como los chinches remeros o los escorpiones acuáticos. Del mismo modo las ninfas de libélula tampoco tendrían cabida ya que acabarían siendo depredadas. Si en un momento dado desaparecieran los ditiscos (por un cambio de acuario o porque decidimos liberarlos) siempre podríamos introducir estas otras variantes e incluso muchas más.
Hay muchos lugares donde podremos encontrar insectos, por ejemplo un río como éste en Tibi, Alicante. Autor: Isaac García
Por ejemplo, en mi primer caso (ya que voy a presentaros varios, uno por entrada) he ido a un río muy cercano a Alicante, en la localidad interior de Tibi. Este río, llamado Riu Verd en valenciano (Río Verde) se caracteriza por tener un lecho de cantos rodados y gravilla, aguas relativamente frías, ya que nace en las montañas del interior de Alicante, así como por tener un rudimentario sistema de acequias excavadas en el mismo borde del cauce que presentan aguas muy quietas con fondo lodoso. Una vez allí hacemos un muestreo para ver qué especies de insectos pueblan el lugar.
Alguien podría pensar en este punto que estamos haciendo el trabajo al revés, es decir, conseguir los insectos sin tener montado el acuario. Bien, pues estaría en lo cierto. Lo que pasa es que yo he hecho una pequeña trampa, ya que no es la primera vez que visito estas aguas y por tanto ya sé lo que voy a encontrarme. Con este conocimiento ya he preparado un acuaterrario para albergar a algunas de las especies que existen en el río.
Lo normal es que algunas personas ya hayan visitado o conozcan las zonas donde van a conseguir estos insectos, pero quizá nunca se hayan parado a observar qué grupos de fauna habitan esas aguas. Por tanto lo ideal sería hacer una primera visita de reconocimiento para posteriormente (una vez preparado el acuario) realizar una segunda visita de captura de ejemplares. También es posible que mucha gente desconozca zonas donde poder conseguir estos animales. Una muy buena forma de encontrar estos lugares es preguntando a amigos o conocidos de la zona, saliendo de excursión a pie o en bicicleta (y de paso hacemos un poco de deporte y conocemos nuevos lugares alrededor de nuestra casa, muchas veces nos llegamos a sorprender). Seguramente encontraremos alguna balsa de riego muy cerca, sobre todo si nos salimos de las grandes ciudades, o algún arroyo, una charca después de las lluvias, un embalse o pantano, la desembocadura de un río o de canales en ciudades costeras, alguna piscina abandonada, abrevaderos para animales, etc. Hay muchos sitios que pueden ser idóneos para encontrar estos animales. Localizarlos o no dependerá de nuestra curiosidad y nuestras ganas de explorar la zona. Por regla general el que pregunta mucho acaba encontrando lo que busca, y el que da muchas vueltas por una zona también. Otra opción, para quienes manejen un poco mejor el ordenador, es sin duda el Google Earth. Es un programa que nos permite divisar la geografía de una zona por medio de imágenes satélie de Google. Hace tiempo era necesario descargarse el programa en el ordenador. Hoy en día se puede acceder a las imágenes satélite a través de Google Maps, en la misma red y sin instalaciones (aunque con algunas deficiencias respecto al programa completo). Simplemente entrando a Google Maps y tecleando el nombre de nuestra localidad podremos dar un paseo virtual por sus cercanías, alejando o aproximando la distancia al suelo para localizar masas de agua. Es realmente sencillo y un buen complemento para las excursiones ya que permite delimitar mucho el área en la que buscar.
En la parte con agua colocaremos algunas plantas palustres y flotantes. Introducir plantas del mismo medio de donde proceden los insectos es una práctica muy recomendable. Autor: Isaac García
Una vez que sabemos dónde acudir para la captura de los insectos debemos preparar el acuario. Siguiendo las indicaciones de una de las entradas anteriores en el blog (Acuario para Insectos Acuáticos: Acondicionamiento y Mantenimiento) podemos disponer nuestra urna en las mejores condiciones posibles atendiendo al grupo de insectos que vamos a colocar en su interior. En este caso hemos montado un acuaterrario para alojar ditiscos (escarabajos buceadores). Para ello disponemos el acuaterrario en dos zonas diferenciadas: una con tierra, turba, troncos, rocas y plantas emergidas, y otra con unos 8-10 cm de agua estancada, plantas subacuáticas, plantas palustres, plantas flotantes, algún canto rodado y una mezcla de sustrato fangoso-arenoso. No hemos colocado ni filtro ni calentador, aunque sí hemos dispuesto un termómetro dentro del acuaterrario para ir viendo las variaciones de temperatura a lo largo del año. Además de los insectos hemos introducido otros invertebrados como caracoles (planorbis y fisas) y crustáceos (Gammarus sp.). Estos animales favorecerán un mejor ciclo biológico del acuario y en ocasiones servirán incluso de alimento para algunos de nuestros insectos. El acuaterrario dispone de unos respiraderos. Por lo general uno se sitúa en una zona alta (normalmente en un lateral) y otro en una zona más baja (en el otro lateral). Esto es así para asegurar una buena circulación del aire desde el exterior al interior i viceversa. El respiradero inferior marca la zona límite por donde podemos situar la línea de agua, aunque conviene no apurar hasta el mismo borde. Los respiraderos normalmente van montados con una rejilla de plástico duro. En ocasiones esta rejilla es de un calibre que permite el paso de animales de pequeño tamaño. Para este supuesto nos es indiferente ya que vamos a albergar en el acuaterrario escarabajos de un tamaño muy grande (unos 5 cm) por lo que serán incapaces de escapar del terrario. También podrán entrar animales como moscas y mosquitos, lo cual al fin y al cabo es más beneficioso que perjudicial para nuestro propósito. En el caso de que los insectos a colocar cupiesen por la rejilla (dípteros, pequeños hemípteros, etc.) habría que cubrirla con una malla fina o bien con un tejido tipo media elástica.
Por el respiradero superior podrán entrar y salir pequeños insectos, al mismo tiempo que asegura un buen intercambio gaseoso con el exterior. Autor: Isaac García
El respiradero inferior marca el límite máximo de agua que podemos introducir en el acuaterrario. Autor: Isaac García
Es conveniente coger una pequeña muestra tanto de agua como de sustrato (fango, arena, rocas, troncos) e incluso plantas del lugar donde hemos capturado los insectos. Este material lo utilizaremos en el montaje definitivo del acuaterrario ya que así simularemos mucho mejor sus condiciones naturales, introduciremos organismos que se dan en las aguas de donde provienen los insectos y, a veces, algunas de las plantas que traigamos como muestra serán el alimento o refugio de nuestros animales. El resultado final, cuanto más natural y heterogéneo quede, mucho mejor, siempre intentando reproducir con fidelidad alguno de los lugares donde hemos recolectado los insectos. Por ejemplo, en este caso, he intentado que se asemejara lo más posible a los márgenes laterales del río, donde existen una especie de acequias de aguas estancadas con vegetación muy abundante y un lecho fino, a veces muy turbio.
Los ditiscos estarán muy bien entre plantas acuáticas y en aguas algo turbias. No debemos poner demasiados de estos grandes insectos en un acuaterrario. Autor: Isaac García
Este es el terreno de caza ideal para estos animales, además de un lugar donde encuentran refugio fácilmente. Aparte de los ditiscos, podríamos haber introducido en este acuaterrario especies de zapateros como Gerris sp. o escarabajos escribanos (gyrínidos), ya que la superficie del agua va a estar muy tranquila y podrían haberse reproducido incluso en la parte terrestre. En el medio acuático está claro que una especie depredadora de 5-6 cm va a ser la dominante, por tanto carece de sentido intentar introducir especies pequeñas como los chinches remeros o los escorpiones acuáticos. Del mismo modo las ninfas de libélula tampoco tendrían cabida ya que acabarían siendo depredadas. Si en un momento dado desaparecieran los ditiscos (por un cambio de acuario o porque decidimos liberarlos) siempre podríamos introducir estas otras variantes e incluso muchas más.
Distisco sobre apio acuático (Apium nodiflorum). Autor: Isaac García
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es fascinante muy buena explicacion yo hize lo qe me dijiste y ha dado resultado e metido unos dyticos de la especie marginalis algunos se an apareado y an echo crias gracias por tu explicacion era justo lo qe buscaba
ResponderEliminarSiempre me ha fascinado la vida acuátic de uestras charcas. Y en el pasado llegué a mantener acuarios con insectos acuáticos y otros invertebrados. Uno de ellos estuvo más de 6 años sin renovar el agua, y nunca olió mal. Solo reponía el agua que se evaporaba.
ResponderEliminarIba introduciendo insectos y larvas cogidas en charcas. Algunos sobrevivían, otros no y otros eran predadas por los cazadores. Era fascinante ver escenas realmente espectaculares de caza. Tenía algunas plantas acuáticas que suministraban oxígeno y unos 6 cm de fondo con varias capas de arena de diversos calibres. Recuerdo las hidras, cogidas en azequia de riego, que eran uno de mis bichos favoritos. Para alimentarlas les echaba pulgas de agua y cyclops que se reproducían a su vez por una temporada.
axtar, compañero, espero que puedas disfrutar de la reproducción de estos coleópteros. Me alegra haberte servido de ayuda. Un saludo.
ResponderEliminarAnónimo, me alegra saber que aún queda gente que se deleita en la contemplación de los pequeños fenómenos de la naturaleza. Yo también recuerdo con nostalgia aquellos tiempos en los que iba charqueando de niño, aunque aquí en Alicante la cosa estaba difícil por nuestro clima. Quizá por eso cuando encontrabas un ecosistema acuático era si cabe más especial todavía. Cualquier balsa de riego era buena para descubrir nuevos mundos en miniatura.
ResponderEliminarEnhorabuena Isaac por divulgar de manera ten brillante tus conocimientos
ResponderEliminarTengo algunas dudas desde hace años
¿Reproducion de ditiscos? Siempre me he preguntado cómo lo hacían. Cual es ,de forma resumida, su ciclo?
Ponen los huevos en agua, supongo
Sus larvas las conozco, pero y la metamorfosis, donde la realizan? necesitan tierra firme?
Suecede lo mismo con los grandes hidrófilos?
Gracias de antemano por las respuestas.
Jorge
Hola Jorge:
ResponderEliminarLo primero de todo, gracias, de verdad. Comentarios así animan a seguir escribiendo.
Respecto a ditiscos (y sólo conozco el caso de algunas especies, ignoro si todas siguen el mismo patrón, la verdad) los adultos depositan los huevos directamente en la vegetación o el sustrato sumergido. Otras realizan la puesta en el lodo húmedo junto al agua. Luego nacen las larvas en su primera fase larvaria, muy pequeñas. Van creciendo por mudas hasta que alcanzan la última fase larvaria y salen del agua a un entorno húmedo donde se entierran para formar la pupa que dará lugar al adulto. Los hidrofílidos deduzco que se regirán por patrones de conducta similares, pero lo cierto es que lo desconozco. Hay muy poca información accesible en este aspecto. Cualquier aportación práctica fruto de la observación puede ser mucho más clarificadora que la búsqueda en la bibliografía existente.
Espero haberte resuelto alguna duda.
Si me has servido de mucha ayuda la pena de mi experimento es que...algunos han muerto aun asi las crias han criado tanbien al crecer y ahora tengo un montones del genero marginales y unos chinche de agua como el escorpion acuatico y me he tenido que comprar como unos 5 acuarios una parte de tierra y otra de agua separadas con un pequeño cristalescondido y con unas plantas cuyo nombre no me acuerdo pero son parcidos a los de las imagenes.
ResponderEliminarUn saludo
De q se alimentan????
ResponderEliminarDe nada
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