En esta entrada voy a introducir a este curioso habitante de charcas y aguas dulces estacionales. Se trata de Branchipus schaefferi, un pariente cercano de la más conocida Artemia salina. A diferencia de las artemias, los branchipus se desarrollan únicamente en agua dulce. Los lugares más comunes para encontrarlos son las charcas estacionales, aunque no es raro que se den en estanques y pequeñas lagunas sin depredadores importantes como peces.
Pertenecen al orden de los anostrácodos, dentro de los crustáceos, y se denominan de manera general branquiópodos, dado que las branquias residen en sus apéndices locomotores. Su cuerpo está alargado, presentando una cabeza bien visible con ojos prominentes. Tienen once pares de patas en forma de lámina llamadas filópodos. Alcanzan un tamaño algo menor de 2,5 cm. El segundo par de antenas permite distinguir el sexo en los individuos de esta especie. Mientras que las hembras tienen unas antenas poco desarrolladas en forma de gancho, los machos tienen estas antenas muy desarrolladas, a modo de largos apéndices articulados. Las hembras también poseen un saco esférico en la base del abdomen, que presenta un color azulado, algo rojizo por los laterales. Su cuerpo es translúcido o blanco lechoso, a veces con un hilo central verdoso o parduzco, que no es otra cosa que el tracto intestinal repleto de alimento. La parte final del cuerpo (denominada furca) presenta coloraciones rojizas, a veces muy intensas, al igual que la base del último tramo del abdomen.
Estos pequeños crustáceos nadan libremente en las charcas de fondo fangoso, orientándose gracias a la luz y buscando fitoplancton (algas microscópicas en suspensión) para su alimentación. Son animales bastante comunes en la Europa meridional, como es el caso de la Península Ibérica, no tan abundantes en los países más fríos.
Durante el periodo de reproducción (los meses más cálidos) los machos atrapan a las hembras ayudándose de sus antenas modificadas para realizar la cópula. Una vez que los hevos están fecundados pueden permanecer en el lecho fangoso de la charca durante largas temporadas de meses e incluso años. Normalmente estas charcas se desecan y los huevos quedan atrapados en el barro. Cuando se producen lluvias que vuelven a inundar la charca los huevos eclosionan, desarrollándose así la nueva generación de branchipus. Esto es posible gracias a la envoltura del saco de huevos, que actúa a modo de cubierta protectora, permitiendo que los huevos se rehidraten al caer las lluvias.
El ciclo biológico de esta especie es realmente corto, desarrollándose en cuestión de semanas. Tras la cópula y la liberación de los huevos la mayoría de adultos muere, motivo por el cual es muy dificultoso mantener a estos animales de forma estable en acuarios. Dado que habitan en aguas de lluvia, la dureza a la que están aclimatados no es por lo general muy elevada, así como tampoco la salinidad (al contrario que en Artemia salina, que habita aguas hipersalinas de gran dureza). No toleran corrientes de agua intensas por lo que es aconsejable mantenerlos en acuarios sin filtración, emulando su habitat natural. Tampoco necesitan abundante vegetación subacuática, ya que las charcas estacionales por lo general carecen de ella al no dar tiempo a su desarrollo.
Pertenecen al orden de los anostrácodos, dentro de los crustáceos, y se denominan de manera general branquiópodos, dado que las branquias residen en sus apéndices locomotores. Su cuerpo está alargado, presentando una cabeza bien visible con ojos prominentes. Tienen once pares de patas en forma de lámina llamadas filópodos. Alcanzan un tamaño algo menor de 2,5 cm. El segundo par de antenas permite distinguir el sexo en los individuos de esta especie. Mientras que las hembras tienen unas antenas poco desarrolladas en forma de gancho, los machos tienen estas antenas muy desarrolladas, a modo de largos apéndices articulados. Las hembras también poseen un saco esférico en la base del abdomen, que presenta un color azulado, algo rojizo por los laterales. Su cuerpo es translúcido o blanco lechoso, a veces con un hilo central verdoso o parduzco, que no es otra cosa que el tracto intestinal repleto de alimento. La parte final del cuerpo (denominada furca) presenta coloraciones rojizas, a veces muy intensas, al igual que la base del último tramo del abdomen.
Macho de Branchipus schaefferi. Autor: Isaac García
Hembra ovada de Branchipus schaefferi. Autor: Isaac García
Hembra ovada de Branchipus schaefferi. Autor: Isaac García
Estos pequeños crustáceos nadan libremente en las charcas de fondo fangoso, orientándose gracias a la luz y buscando fitoplancton (algas microscópicas en suspensión) para su alimentación. Son animales bastante comunes en la Europa meridional, como es el caso de la Península Ibérica, no tan abundantes en los países más fríos.
Durante el periodo de reproducción (los meses más cálidos) los machos atrapan a las hembras ayudándose de sus antenas modificadas para realizar la cópula. Una vez que los hevos están fecundados pueden permanecer en el lecho fangoso de la charca durante largas temporadas de meses e incluso años. Normalmente estas charcas se desecan y los huevos quedan atrapados en el barro. Cuando se producen lluvias que vuelven a inundar la charca los huevos eclosionan, desarrollándose así la nueva generación de branchipus. Esto es posible gracias a la envoltura del saco de huevos, que actúa a modo de cubierta protectora, permitiendo que los huevos se rehidraten al caer las lluvias.
El ciclo biológico de esta especie es realmente corto, desarrollándose en cuestión de semanas. Tras la cópula y la liberación de los huevos la mayoría de adultos muere, motivo por el cual es muy dificultoso mantener a estos animales de forma estable en acuarios. Dado que habitan en aguas de lluvia, la dureza a la que están aclimatados no es por lo general muy elevada, así como tampoco la salinidad (al contrario que en Artemia salina, que habita aguas hipersalinas de gran dureza). No toleran corrientes de agua intensas por lo que es aconsejable mantenerlos en acuarios sin filtración, emulando su habitat natural. Tampoco necesitan abundante vegetación subacuática, ya que las charcas estacionales por lo general carecen de ella al no dar tiempo a su desarrollo.
Acuario sin filtración con algunos ejemplares de branchipus. Autor: Isaac García
Si colocamos algunos ejemplares sexualmente maduros en un acuario provisto de un lecho fangoso-arenoso, tras su muerte, si almacenamos ese sustrato desecado y lo rehidratamos al cabo de unos meses, se producirá de manera inducida la eclosión de los huevos depositados. Es un curioso experimento que nos permitirá observar el ciclo vital completo de esta especie.
Descárgate este artículo en Word pinchando Aquí.
Descárgate este artículo en Word pinchando Aquí.
Muy interesante artículo, Isaac, en nuestro pueblo Alcublas, también disfrutamos de ellos.
ResponderEliminarUn saludo
Buenas Gallipato:
ResponderEliminarGracias por el comentario. Sí, estos invertebrados son más comunes de lo que parece. Por tu zona (norte de Valencia por la zona interior) y en la provincia de Castellón son muy frecuentes las charcas y pequeños embalses temporales. Es muy interesante recorrerse estos lugares y ver la variedad de fauna que tenemos.Un saludo desde Alicante.
me encantan! suelo eclosionar artemia, no sabía que estos eran como artemias de agua dulce.... me pareció verlos alguna ocación pero no estaba seguro de qué eran exactamente... en Alicante dónde se pueden ver???
ResponderEliminarinteresantísimo el articulo, felicitaciones!!
Diego Morales.-
Hola Diego, muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarPues en Alicante los podemos encontrar en muchos sitios ya que es una provincia con numerosos puntos donde el agua aparece en ocasiones en forma de charcas estacionales.
Por ponerte algunos ejemplos: en los estanques abandonados del antiguo campo de golf del Monnegre, cerca de las Lagunas de Rabasa hay algunas charcas donde aparecen a veces, en Agost en numerosas charcas que hay junto a las fábricas de arcillas, etc.
Un saludo desde Alicante.
Hola. Recientemente hemos encontrado algun ejemplar en charcos de la Isla de Lanzarote. Parece ser que hasta este momento no había habido ningún reporte de su avistameiento. Las lluvias en lanzarote son muy escasas y este mes de enero están siendo más abundantes.
ResponderEliminarLocalizamos en primer lugar una hembra solitaria con los huevos. En otras visitas a la zona hemos visto larvas. Esperemos que el agua de los charcos no se evapore pronto y podamos seguir su ciclo.
¿ tienes referencia de verlos en Lanzarote? Hemos leído que en Fuerteventura si hay registros.
Muchas gracias
Muy buenas:
EliminarNo tengo citas de esta especie en Lanzarote, donde he estado recientemente, por cierto. Es muy probable que se trate de esta especie o de alguna muy similar, ya que es muy ubicua por sus características ecológicas. Si tenéis alguna foto y me la podéis mandar al correo personal y estaré encantado de confirmaros la identificación.
Hace años que intentaba verlos en los charcos, hoy por fin he tenido la suerte de verlos en un charco cerca de un pueblo que se llama Esparreguera, provincia de Barcelona, he disfrutado viendolis.
ResponderEliminar