Trataremos en esta entrada la manera más cómoda de montar y mantener un acuaterrario para especies tan bellas como las libélulas y los caballitos del diablo.
Los caballitos del diablo son los parientes más estilizados de las corpulentas libélulas. Fuente: Internet
En esencia, el montaje de este tipo de instalaciones es muy sencillo. Sigue los principios básicos de un acuaterrario o paludario para anfibios o reptiles acuáticos, incluso el montaje es válido también para cangrejos de manglar, tema ya tratado con anterioridad en el blog. A diferencia de lo que ocurre con otras especies y grupos, los odonatos (libélulas y caballitos del diablo) son animales muy poco destructivos en cuanto al tema de plantas y otros elementos del acuario se refiere. Cuando su vida transcurre sumergida pasan todo el tiempo mimetizados con su entorno sin alterarlo (no mueven plantas ni elementos grandes como rocas y troncos, como ocurría con los cangrejos, por ejemplo).
Los odonatos tienen una fase de vida juvenil acuática. Los adultos ponen los huevos mediante curiosas danzas sobre la superficie del agua, tras lo cual caen al sustrato donde tienen un periodo de incubación variable, periodo tras el cual eclosionan las pequeñas ninfas. Estas ninfas son depredadoras desde el comienzo de su vida. Capturan pequeños invertebrados acuáticos que viven en el fondo de balsas o charcas o, en general, corrientes de agua poco turbulentas. Muchas especies de odonatos pueden desarrollarse en aguas salobres, mientras que otras, más selectivas, necesitan aguas libres de sales y otros contaminantes. Sin embargo, en líneas generales, podemos decir que las libélulas son animales muy ubicuos, es decir, podemos encontrarlos en casi cualquier masa de agua dulce, siendo sus necesidades poco específicas. Es por ello que no nos resultará difícil, con un poco de empeño, encontrar en los alrededores de nuestra vivienda algunos puntos de agua donde podamos recolectar las ninfas de diversas especies.
Los canales y acequias de corriente lenta son un buen lugar para encontrar ninfas de libélula. Autor: Isaac García
Los odonatos tienen una fase de vida juvenil acuática. Los adultos ponen los huevos mediante curiosas danzas sobre la superficie del agua, tras lo cual caen al sustrato donde tienen un periodo de incubación variable, periodo tras el cual eclosionan las pequeñas ninfas. Estas ninfas son depredadoras desde el comienzo de su vida. Capturan pequeños invertebrados acuáticos que viven en el fondo de balsas o charcas o, en general, corrientes de agua poco turbulentas. Muchas especies de odonatos pueden desarrollarse en aguas salobres, mientras que otras, más selectivas, necesitan aguas libres de sales y otros contaminantes. Sin embargo, en líneas generales, podemos decir que las libélulas son animales muy ubicuos, es decir, podemos encontrarlos en casi cualquier masa de agua dulce, siendo sus necesidades poco específicas. Es por ello que no nos resultará difícil, con un poco de empeño, encontrar en los alrededores de nuestra vivienda algunos puntos de agua donde podamos recolectar las ninfas de diversas especies.
Las ninfas de libélula se camuflan entre la vegetación acuática y el lecho fangoso de las charcas. Autor: Isaac García
Como hemos dicho, estos animales son depredadores en cualquier fase de su desarrollo. Las ninfas pueden oscilar entre 1 cm y los 4 cm dependiendo de la especie. Por norma general, las ninfas de caballitos del diablo también son más estilizadas y de menor tamaño que sus parientes las libélulas. Muchas especies cuentan con ninfas que son hábiles nadadoras en momentos puntuales, pudiéndose desplazar por propulsión si la situación lo requiere. Otras en cambio se dedican a deambular caminando sobre el lecho fangoso con movimientos lentos y torpes. En cualquier caso, su actividad durante la mayor parte del tiempo es muy limitada, ciñéndose a permanecer camufladas entre las plantas, el barro o las piedras del fondo a la espera de sus presas. Cazan mediante la técnica de emboscada. Cuando una presa en movimiento pasa delante de sus ojos (órganos muy desarrollados en este grupo de cazadores) proyectan un órgano bucal retráctil llamado máscara, dotada de unas potentes mandíbulas, atrapando al animal que tengan frente a su cara. Las libélulas de mayor tamaño pueden capturar incluso peces o anfibios adultos, por lo que es poco o nada recomendable mantenerlas en instalaciones con estos animales. En cambio toleran muy bien otros tipos de fauna como moluscos y bivalvos, a los que no atacarán. Los invertebrados acuáticos de su mismo tamaño tampoco quedan libres de sus instintos depredadores, e incluso entre ninfas puede darse la depredación de las menos desarrolladas.
En esta fase de sus vidas podemos suministrarles alimento vivo como larvas de mosca o alevines de peces pequeños, o bien pequeños crustáceos que se reproduzcan de manera natural en el acuaterrario como gambas de varias especies. También pueden depredar lombrices, alimento fácil de conseguir en tiendas de pesca o aquellas dedicadas al suministro de alimento para reptiles y peces. En cualquier caso hemos de saber que estos animales, sobre todo a bajas temperaturas, pueden pasar semanas e incluso meses sin alimentarse, por lo que no es necesario suministrarles alimento vivo todos los días. En este sentido son animales fáciles de mantener en cautividad. Lo que no consumirán bajo ningún concepto, al menos de forma general, son alimentos muertos o inmóviles, ya que se trata de depredadores activos. Tampoco aceptarán alimentos de base vegetal.
Las ninfas realizan varias mudas que les permiten crecer en tamaño, hasta que finalmente y tras la última muda, alcanzan la fase de adultos. Esta etapa puede retrasarse meses e incluso en algunas especies, más de un año, dependiendo también de las condiciones del agua, su alimentación, etc. En esta última fase, las ninfas emergen del agua, aferrándose a la vegetación palustre (juncos, cañas, etc.) o bien a troncos junto a las orillas. En esta metamorfosis, las ninfas liberan unas alas arrugadas inervadas de venas, que van rellenando de sangre en cuestión de minutos. Una vez las alas se han endurecido y el abdomen ha adquirido su típica forma alargada, las libélulas se consideran adultas y no volverán a pasar por ninguna fase de vida acuática. Es por ello que podemos encontrarnos con libélulas volando muy lejos de masas de agua dulce. Los lugares que frecuentan los adultos son cañadas, junqueras y estepas (en ocasiones en climas casi desérticos). Buscan estos espacios abiertos ya que los adultos son cazadores de largo alcance, es decir, se comportan como aves de presa que necesitan espacios abiertos para capturar a sus presas, también voladoras. La mayoría de estas presas son moscas, polillas e insectos de pequeño tamaño y cuerpos relativamente blandos. Las libélulas vuelan a gran velocidad cazándolos en pleno vuelo con sus patas delanteras. Una vez apresados, los insectos son despedazados y consumidos por unas potentes mandíbulas masticadoras. Esta acción la pueden realizar en vuelo o posadas tranquilamente sobre la hierba.
En los saladares e incluso en las estepas semidesérticas también podemos encontrar adultos en busca de alimento. Autor: Isaac GarcíaEn esta fase de sus vidas podemos suministrarles alimento vivo como larvas de mosca o alevines de peces pequeños, o bien pequeños crustáceos que se reproduzcan de manera natural en el acuaterrario como gambas de varias especies. También pueden depredar lombrices, alimento fácil de conseguir en tiendas de pesca o aquellas dedicadas al suministro de alimento para reptiles y peces. En cualquier caso hemos de saber que estos animales, sobre todo a bajas temperaturas, pueden pasar semanas e incluso meses sin alimentarse, por lo que no es necesario suministrarles alimento vivo todos los días. En este sentido son animales fáciles de mantener en cautividad. Lo que no consumirán bajo ningún concepto, al menos de forma general, son alimentos muertos o inmóviles, ya que se trata de depredadores activos. Tampoco aceptarán alimentos de base vegetal.
Los carrizales y cañadas son lugares excelentes para contemplar adultos de libélula. Autor: Isaac García
Las ninfas realizan varias mudas que les permiten crecer en tamaño, hasta que finalmente y tras la última muda, alcanzan la fase de adultos. Esta etapa puede retrasarse meses e incluso en algunas especies, más de un año, dependiendo también de las condiciones del agua, su alimentación, etc. En esta última fase, las ninfas emergen del agua, aferrándose a la vegetación palustre (juncos, cañas, etc.) o bien a troncos junto a las orillas. En esta metamorfosis, las ninfas liberan unas alas arrugadas inervadas de venas, que van rellenando de sangre en cuestión de minutos. Una vez las alas se han endurecido y el abdomen ha adquirido su típica forma alargada, las libélulas se consideran adultas y no volverán a pasar por ninguna fase de vida acuática. Es por ello que podemos encontrarnos con libélulas volando muy lejos de masas de agua dulce. Los lugares que frecuentan los adultos son cañadas, junqueras y estepas (en ocasiones en climas casi desérticos). Buscan estos espacios abiertos ya que los adultos son cazadores de largo alcance, es decir, se comportan como aves de presa que necesitan espacios abiertos para capturar a sus presas, también voladoras. La mayoría de estas presas son moscas, polillas e insectos de pequeño tamaño y cuerpos relativamente blandos. Las libélulas vuelan a gran velocidad cazándolos en pleno vuelo con sus patas delanteras. Una vez apresados, los insectos son despedazados y consumidos por unas potentes mandíbulas masticadoras. Esta acción la pueden realizar en vuelo o posadas tranquilamente sobre la hierba.
En esta fase de su vida podemos alimentarlas mediante moscas o pequeños grillos de venta en tiendas dedicadas a la alimentación de reptiles, fundamentalmente, aunque también podríamos criar estas especies en cajas de manera sencilla en nuestra propia casa (seguramente trataremos este tema más adelante). Debemos llevar precaución con la fuga de estos insecto, e incluso de las libélulas adultas, a la hora de abrir o manipular elementos del acuaterrario. Aunque en la naturaleza requieren de espacios abiertos para poder llevar a cabo una caza eficiente, en cautividad supliremos esta falta de espacio con abundantes presas, de modo que les sea posible capturarlas de manera sencilla. Las libélulas tienen unos de los ojos mejor adaptados al movimiento de toda la naturaleza, siendo su visión más desarrollada que en muchas otras familias de insectos. Sus ojos están compuestos de múltiples celdas que detectan cualquier movimiento de sus presas potenciales, incluso a gran distancia.
Charcos estacionales y balsas de riego son buenos lugares para muestrear en busca de ninfas. Autor: Isaac GarcíaPara acabar con las recomendaciones a la hora del montaje del libelulario, debemos recordar que la corriente de agua, si la hubiera (no es necesaria para la mayoría de especies) no debe ser excesiva, más bien lenta. Las condiciones del agua deberían ser lo más similares posibles a las de la zona de captura (plantas acuáticas, fango u otros tipos de sustrato, salinidad, pH, concentración de nutrientes en el agua, etc.). En climas templados y tropicales la calefacción no es necesaria en absoluto, pero en los meses fríos, su desarrollo se detendrá o se ralentizará hasta que llegue el calor. La profundidad del agua no es un factor muy importante. Pueden desarrollarse perfectamente en una columna de agua de unos 10-15 cm, al igual que a profundidades de 5 metros. Las instalaciones de este tipo requieren abundantes plantas emergidas, de tipo palustre a ser posible, o algunas ramas en las zonas altas del terrario, pero también manteniendo el mayor espacio aéreo posible libre y despejado. Por lo tanto, estas especies se desarrollarán mejor en urnas de gran volumen. También debemos pensar que mantener varias especies de libélula puede no ser factible, debido a que unas son más grandes o agresivas que otras, por lo que al final tendremos a un depredador que dé caza a otro menor. Si introducimos varias especies debemos procurar que sean del mismo tamaño, y nunca juntar demasiados ejemplares en un acuaterrario. En este sentido, los caballitos del diablo son más pacíficos que las libélulas. La reproducción en cautividad es compleja, pero no imposible. Esto se debe a que las danzas nupciales requieren de espacios aéreos muy amplios. Aun así se han dado casos de reproducción de algunas especies en acuaterrarios bien dispuestos.
Como curiosidad añadiremos que muchas de estas especies que viven en las zonas templadas del planeta son grandes migradoras. Por ejemplo, en la Península Ibérica tenemos grandes movimientos migracionales de libélulas en otoño, cuando se desplazan a miles de kilómetros, incluso cruzando el Estrecho de Gibraltar, en busca de climas más propicios.
La diversidad de especies de este grupo es enorme, al igual que sus colores y dibujos corporales, lo cual hace de este tipo de instalación una pequeña joya natural en nuestras casas, al mismo tiempo que potencia el conocimiento de estos apasionantes animales.
Si quieres descargarte este artículo en formato Word, pincha AQUÍ.
Entradas relacionadas:
Alimentación en Insectos Acuáticos.
Montaje de Acuario para Insectos Acuáticos.
Como curiosidad añadiremos que muchas de estas especies que viven en las zonas templadas del planeta son grandes migradoras. Por ejemplo, en la Península Ibérica tenemos grandes movimientos migracionales de libélulas en otoño, cuando se desplazan a miles de kilómetros, incluso cruzando el Estrecho de Gibraltar, en busca de climas más propicios.
La diversidad de especies de este grupo es enorme, al igual que sus colores y dibujos corporales, lo cual hace de este tipo de instalación una pequeña joya natural en nuestras casas, al mismo tiempo que potencia el conocimiento de estos apasionantes animales.
Si quieres descargarte este artículo en formato Word, pincha AQUÍ.
Entradas relacionadas:
Alimentación en Insectos Acuáticos.
Montaje de Acuario para Insectos Acuáticos.
les escribo desde MEXICO para saber donde puedo consegir varios invertebrados que busco
ResponderEliminarcomo son arañas acuaticas argironeta acuatica
y barios otros
e-mail francisco067@yahoo.com.mx
Francisco, ese tipo de fauna la tendrás que buscar directamente en la naturaleza, ya que este tipo de invertebrados no se comercializan en tiendas especializadas en animales domésticos. Antes de incorporar un animal a nuestros acuarios o acuaterrarios aseguraos bien de que no se trate de ninguna especie amenazada o protegida por la legislación de vuestros países, ya que de lo contrario podríamos incurrir en un delito y producir daños ecológicos sobre poblaciones de animales amenazadas.
ResponderEliminarHola, me llamo María, he leido este blog porque hoy he descubierto en una fuente cercana a mi casa varias larvas de libélula y me gustaria llevarmelas a casa para "criarlas" y verlas en su metamorfosis.Mi idea era llevarme solo dos a casa para ver si llevan bien el cambio a la pecera y en caso de que les guste traerme las demas.La fuente en la que están ahora no tiene cloro,porque no sobrevivirian,pero tampoco es lo mismo que un rio o lago natural y sin embargo alli estan bien. Entonces he pensado si en mi casa podrian estar en agua de grifo, mi pez vive en agua de grifo y tiene ya dos años, pero no se si a las larvas les iria bien. Bueno pues nada que toda información que me ofrecais me iria bien. Muchas gracias.
ResponderEliminarHola María:
ResponderEliminarEn principio el cloro que contiene el agua del grifo (a no ser que la de tu municipio la cloren más de la cuenta, que en algunos casos sucede) no debería afectar a una ninfa de libélula. Aun así, para curarte en salud, llena un cubo con agua del grifo y déjalo 24 horas reposando destapado para que pierda el cloro. Pasado ese tiempo puedes usarla sin problemas.
Un saludo y suerte en presenciar esa metamorfosis (acuérdate de darles de comer presas vivas, ya que son cazadores).
Muchisimas gracias por tu respuesta Isaac, ya tengo dos ninfas bastante grandes en casa. Tengo pensando darles avispas de agua pequeñitas porque en la fuente en la que vivian habia muchas y he visto que las cazaban, aunque la verdad yo he intentando pillar alguna y me ha sido imposible, a ver si me compro una red entomológica y tengo mas suerte. De nuevo gracias por tu ayuda ^^
ResponderEliminarHola me llamo Adilen y soy de Bolivia, leí el articulo y me encanto, quisiera saber si saben donde puedo conseguir información mas especifica conforme a las larvas de odonatos en América del Sur.
ResponderEliminarHola Adilen, mucho gusto.
ResponderEliminarNo sabría citarte ningún trabajo en concreto aunque intuyo que por internet deben circular muchos e incluso que debe haber libros muy interesantes de los odonatos de América del Sur. Mi recomendación es que te metas en internet y mires qué universidades en Bolivia tienen departamento de Ciencias Biológicas, más en concreto áreas de Zoología, y que no te cortes y les mandes un e-mail preguntándoles. Seguramente habrá muchos especialistas en entomología que te responderán encantados y te darán muy buenas referencias de artículos o libros de insectos locales.
Así ojeando internet he encontrado un listado del Slater Museum of Natural History de odonatos de Sudamérica donde cita en qué países se encuentra cada especie (Bolivia corresponde a la leyenda "BO"). Espero haberte orientado un poco. Saludos.
El link es éste (perdona pero se me olvidó copiarlo):
ResponderEliminarhttp://www.pugetsound.edu/academics/academic-resources/slater-museum/biodiversity-resources/dragonflies/south-american-odonata/