Aquí podréis explorar virtualmente a través de diversas expediciones a ecosistemas de agua dulce de diferentes localidades españolas así como de otros rincones del planeta. Los protagonistas serán los moluscos y crustáceos, así como también otros invertebrados como platelmintos, cnidarios, poríferos, insectos, etc. En general cualquier invertebrado de agua dulce podrá convertirse en nuestro foco de atención.

Además haremos entrevistas a expertos en el mundo de los invertebrados y de la acuariofilia e intentaremos hablar de noticias y temas de interés general. No olvidéis consultar el Cuaderno de Viaje para acceder al listado completo de artículos del blog.

Espero que disfrutéis de las imágenes y de la variedad de especies que tenemos en nuestras aguas continentales. También deseo que los temas y expediciones os resulten interesantes y que no dudéis en dejar vuestra opinión en las entradas y cualquier tipo de sugerencia. Un saludo cordial desde Alicante. Nos vemos en el agua.



22/8/10

Acuario específico para medusas y pólipos de agua dulce

Vamos a hacer una entrada de un tema un tanto específico, de escasa utilidad si lo analizamos en términos de volumen de gente que podrá darle aplicación, pero interesante desde el punto de vista de quienes tengan la oportunidad de llevar a cabo el proyecto o simplemente de los que quieran sumar nuevos conocimientos.

En entradas anteriores ya tocamos el tema de las medusas de agua dulce, su biología básica, comportamiento, reproducción, etc. En esta ocasión vamos a abordar la posibilidad de mantener un acuario dedicado a estas especies exclusivamente. Esto que puede parecernos tan raro (de hecho no existe casi ninguna información al respecto en foros de habla hispana) es un fenómeno que en algunos países como Estados Unidos cuenta con algunos aficionados que desde hace años mantienen en sus acuarios algunas especies de pólipos y medusas. Aunque la mayoría de estos acuariófilos se centran en las medusas marinas, no es nada complicado hacer lo mismo aplicado a las especies dulceacuícolas.

Aquarium de Dubai. Acuarios para medusas. Fuente: Internet

¿Dónde será interesante esta información? Pues en países y zonas geográficas donde se den especies de pólipos y medusas fácilmente muestreables del medio natural directamente. Fundamentalmente en algunas regiones de la Cuenca Amazónica, África ecuatorial y del sur y multitud de países asiáticos. Es en estas regiones donde las especies de medusas de agua dulce proliferan y podemos encontrarlas en aguas tranquilas, donde podremos capturar algún ejemplar. En unos lugares se trata de fauna autóctona, por lo que deberemos informarnos sobre la legalidad de capturar ejemplares de estas especies, mientras que en otros emplazamientos se trata de fauna invasora, por tanto perjudicial para el ecosistema. En el caso de Europa, los representantes de este grupo son escasos y difíciles de observar en el medio, pero no imposibles de localizar en algunos pantanos, embalses y lagos muy concretos.

Lagos de la Isla de Palau (Micronesia). Fuente: Internet

Una vez que tenemos la certeza de la presencia de medusas en nuestras aguas cercanas debemos hacer una visita de muestreo, equipados sencillamente con un salabre (gambero o cazamariposas) y un recipiente donde transportar a los ejemplares capturados.

Submarinista tocando medusas en una inmersión en un lago de Indonesia. Fuente: Internet

La mayoría de medusas de agua dulce presentan una amenaza mínima para la piel del ser humano, aun así debemos extremar precauciones al manipularlas, ya que personas con elevada sensibilidad en la piel pueden presentar irritaciones tras tocarlas y las propias medusas son muy delicadas (recordemos que el 98% de su cuerpo está formado por agua).

En casa, el montaje del acuario es extremadamente sencillo. Prescindiremos de cualquier elemento innecesario que no se dé en el medio donde hemos capturado las medusas, es decir, si la temperatura media del lago o el tramo final del río donde hemos estado es de 20ºC y en nuestra casa disponemos de esas condiciones, no será necesario contar con un calentador. Del mismo modo, las medusas habitan ecosistemas lénticos, es decir, con escaso o nulo movimiento de caudal, por lo tanto no será necesario disponer de un filtro, o al menos no de uno potente, ya que llegaría a succionar a las medusas. Para favorecer el intercambio gaseoso del animal con el agua podemos colocar un aireador en el fondo que cree una ligera corriente, pero no demasiada. En el lecho del acuario colocaremos partículas de limo o arena que recogeremos directamente del lugar donde capturamos las medusas, de esta forma nos aseguramos de incorporar las algas y microorganismos que los animales necesitan para vivir. Recordemos en este punto que pólipos y medusas forman habitualmente simbiosis con algas para poder obtener energía de la luz directamente o para alimentarse de ellas, y que estas asociaciones son muy específicas, por lo que habrá que contar en el acuario con las algas del lugar donde se desarrollaron las medusas. En ocasiones, sobre todo en acuarios dedicados a medusas marinas, se prescinde totalmente de sustrato, aunque es recomendable, por lo expuesto anteriormente, disponer aunque sea una fina capa de éste. El fondo limoso será también un foco de cría de infusorios (pequeños invertebrados y microorganismos que depredarán los pólipos y las medusas). Colocaremos también alguna roca extraída del lago o zona de captura, donde se podrán asentar los pólipos, fruto de una posible reproducción de la especie en cautividad, así como colonias de algas y microorganismos muy beneficiosos. Es recomendable hacer un montaje en acuarios más altos que anchos. Esto se debe a que a lo largo del día, las medusas se mueven a distintas alturas de la columna de agua, tienen un recorrido vertical de ciclo diario. Por ejemplo, en algunos lagos de Indonesia, existen especies de medusas cuyos pólipos viven a unos 30 metros de profundidad. Durante el día, las medusas ascienden en busca de la luz para alimentar a sus algas simbiontes, mientras que por la noche descienden al fondo del lago para capturar pequeños invertebrados. A su vez, los pólipos de la misma especie capturan durante la noche algunas medusas para alimentarse. Se trata de un ciclo curioso y repetitivo, marcado por las pautas de la luz solar. Pues bien, este ciclo es el que intentaremos reproducir en nuestro acuario, aunque no todas las medusas de agua dulce lo siguen a rajatabla, es una buena pauta para adentrarnos en este mundo de los cnidarios. Es por ello que debemos favorecer una buena longitud en la columna de agua para asegurar una distribución gradual de la luz, que incidirá sobre la parte superior únicamente.

Hidromedusas descendiendo en la columna de agua de un lago. Fuente: Internet

Los requisitos de iluminación dependerán también del medio de captura. Si se trata de un lago enclavado en una zona de sombra, la luz deberá ser tenue, si por el contrario es una laguna situada en un entorno abierto y soleado, la luz del acuario deberá ser intensa. Fijaos que esto es más propio de un experimento que de una técnica certera. Deberemos jugar con las condiciones del medio para intentar emularlas en nuestro entorno cotidiano. Con las condiciones del agua ocurre otro tanto. Al menos en los primeros meses sería conveniente contar con agua que provenga directamente del ecosistema (igualdad de salinidad, nitratos, pH, dureza, microorganismos, microflora, etc.). Luego tranquilamente podemos realizar diversos análisis del agua para intentar imitar esas condiciones con el suministro de nuestra ciudad, abonos u otros productos químicos que aseguren la supervivencia de la microflora en las mismas condiciones que en el entorno original.

Submarinistas en el lago de las medusas, Isla de Palau. Fuente: Internet

Algunas medusas son depredadoras de animales de mayor tamaño que los microinvertebrados, por lo que podremos alimentarlas con trozos de pescado preferiblemente. En este caso será más necesario realizar cambios de agua frecuentes para prevenir la toxicidad por moléculas nitrogenadas en el agua.

Esquema básico de un acuario para medusas, con zona superficial despejada, pocas plantas colocadas en la zona trasera, algún elemento de anclaje para pólipos (roca y/o tronco) y una fina capa de limo en el lecho. Autor: Isaac García

Si la experiencia sale bien, dispondremos de un acuario singular y curioso, donde aprenderemos mucho sobre la biología de estos desconocidos animales. Aunque la experiencia es inicialmente dificultosa, con una buena documentación y siguiendo unas pautas de sentido común, imitando el habitat, no debemos tener excesivos problemas en el mantenimiento de estos acuarios. Por descontado, en este caso al igual que en otros en acuariofilia, el aficionado tiene una tremenda responsabilidad, ya que se trata de especies potencialmente invasivas, por lo que debemos extremar las precauciones a la hora de evitar sueltas de individuos en zonas donde no los había. Por tanto, este proyecto es un ejercicio de aprendizaje al mismo tiempo que implica una alta responsabilidad con el medio natural.

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