Desde hace tiempo quería escribir una pequeña reseña a este interesante habitante de nuestras aguas continentales europeas. La nerita de río, cuyo nombre científico es Theodoxus fluviatilis, es un pequeño gasterópodo de apenas unos milímetros de diámetro. Pese a su pequeño tamaño, se trata de una de las especies más bellas de caracolas de agua dulce del continente europeo.
Podemos encontrar a las neritas de río en aguas claras, habitualmente frías, bien oxigenadas, corrientes (nunca estancadas), a menudo asociadas a ecosistemas de ríos en sus tramos altos, pero tampoco demasiado alejados del litoral. Necesitan aguas duras, con un pH básico para desarrollarse correctamente, por lo que se localizan solamente en territorios cuyas aguas transcurren por litologías calizas. También es habitual encontrarlas en sistemas de canales y acequias en localidades de regadío tradicional, donde tapizan las paredes de los diques y otras estructuras hidráulicas.
Pese a su reducido tamaño, se trata de animales cautivadores. Su elevada diseminación por toda Europa ha producido que su variedad de color y de patrones sea notablemente alta. El ejemplar de T. fluviatilis típico presenta un dibujo adamascado, que recuerda a un diminuto tablero de ajedrez con cuadrados claros y oscuros en una trama retorcida. Sin embargo existen otros patrones de dibujos, en zigzag o en líneas curvas, a veces incluso se dan ejemplares de un color uniforme. La coloración pasa por el marrón oscuro, a veces negro nítido, ejemplares claros marfíleos, amarillentos, verdosos, etc. Dependiendo de la zona geográfica donde nos encontremos, se darán un tipo de patrones y coloraciones u otras. A veces dentro de la misma población la heterogeneidad es también muy elevada.
Su desarrollo es muy lento, incluso para presentar un tamaño de algunos milímetros. La población está constituida por ejemplares hembra y ejemplares macho (sexos separados). Las hembras que han sido fecundadas, tras la cópula depositan una diminuta bolsa de huevos blaquecina, de forma ovoidal, adherida sobre rocas habitualmente, a veces en plantas o sobre las conchas de sus congéneres. Dentro de esta bolsa de huevos se desarrollan las primeras larvas. Se sospecha que como ocurre en numerosas especies de la familia de las neritas, estas larvas compiten entre sí dentro de la ooteca, llegando incluso a depredar a sus hermanas. Finalmente, tras varias semanas, las larvas maduras eclosionan y salen al exterior, donde viven cierto tiempo en otro estadío larvario prácticamente imperceptible al ojo humano. Tras este periodo forman la concha y se constituyen en verdaderas réplicas en miniatura de sus progenitores.
Durante todo el desarrollo necesitan una alta oxigenación del agua y una cantidad de sales disueltas muy considerable, por lo que sus poblaciones no son capaces de prosperar en aguas blandas. Sin embargo son una de las pocas especies de nerita que se pueden reproducir en acuarios de agua dulce, por lo que son unos buenos y asequibles aliados para los acuaristas europeos. Su reproducción en acuarios no es difícil, pero es lenta, debido tanto a su lento crecimiento como a que de los grupos de huevos sólo emergen escasos juveniles, además de ser algo delicados en sus primeras etapas de vida. No obstante, cuando se logra la reproducción en cautividad se puede considerar que tenemos una población estable de neritas de río en nuestro acuario.
Se alimentan de algas verdes, como todos los nerítidos, con lo cual suponen una ayuda inestimable para los acuaristas en la lucha contra la proliferación de algas en los cristales y las plantas. Actúan como pequeños "barrenderos" con movimientos contínuos en busca de alimento por todo el acuario.
Sin duda se trata de animales con una belleza singular, apreciable por las personas que se fijan en los pequeños detalles. Merece la pena incorporar estos habitantes a nuestros acuarios y observar su comportamiento, al mismo tiempo que aprender a respetar sus ecosistemas y valorar los entornos naturales donde habitan.
Para más información consultad el Atlas de Acuavida.com: Theodoxus fluviatilis.
Si quieres descargarte este artículo en formato Word pincha Aquí.
Podemos encontrar a las neritas de río en aguas claras, habitualmente frías, bien oxigenadas, corrientes (nunca estancadas), a menudo asociadas a ecosistemas de ríos en sus tramos altos, pero tampoco demasiado alejados del litoral. Necesitan aguas duras, con un pH básico para desarrollarse correctamente, por lo que se localizan solamente en territorios cuyas aguas transcurren por litologías calizas. También es habitual encontrarlas en sistemas de canales y acequias en localidades de regadío tradicional, donde tapizan las paredes de los diques y otras estructuras hidráulicas.
Pese a su reducido tamaño, se trata de animales cautivadores. Su elevada diseminación por toda Europa ha producido que su variedad de color y de patrones sea notablemente alta. El ejemplar de T. fluviatilis típico presenta un dibujo adamascado, que recuerda a un diminuto tablero de ajedrez con cuadrados claros y oscuros en una trama retorcida. Sin embargo existen otros patrones de dibujos, en zigzag o en líneas curvas, a veces incluso se dan ejemplares de un color uniforme. La coloración pasa por el marrón oscuro, a veces negro nítido, ejemplares claros marfíleos, amarillentos, verdosos, etc. Dependiendo de la zona geográfica donde nos encontremos, se darán un tipo de patrones y coloraciones u otras. A veces dentro de la misma población la heterogeneidad es también muy elevada.
Su desarrollo es muy lento, incluso para presentar un tamaño de algunos milímetros. La población está constituida por ejemplares hembra y ejemplares macho (sexos separados). Las hembras que han sido fecundadas, tras la cópula depositan una diminuta bolsa de huevos blaquecina, de forma ovoidal, adherida sobre rocas habitualmente, a veces en plantas o sobre las conchas de sus congéneres. Dentro de esta bolsa de huevos se desarrollan las primeras larvas. Se sospecha que como ocurre en numerosas especies de la familia de las neritas, estas larvas compiten entre sí dentro de la ooteca, llegando incluso a depredar a sus hermanas. Finalmente, tras varias semanas, las larvas maduras eclosionan y salen al exterior, donde viven cierto tiempo en otro estadío larvario prácticamente imperceptible al ojo humano. Tras este periodo forman la concha y se constituyen en verdaderas réplicas en miniatura de sus progenitores.
Hembra de nerita de río depositando huevos sobre cantos rodados (huevos como una pequeña mancha blanca a la derecha del ejemplar adamascado). Autor: Isaac García
Durante todo el desarrollo necesitan una alta oxigenación del agua y una cantidad de sales disueltas muy considerable, por lo que sus poblaciones no son capaces de prosperar en aguas blandas. Sin embargo son una de las pocas especies de nerita que se pueden reproducir en acuarios de agua dulce, por lo que son unos buenos y asequibles aliados para los acuaristas europeos. Su reproducción en acuarios no es difícil, pero es lenta, debido tanto a su lento crecimiento como a que de los grupos de huevos sólo emergen escasos juveniles, además de ser algo delicados en sus primeras etapas de vida. No obstante, cuando se logra la reproducción en cautividad se puede considerar que tenemos una población estable de neritas de río en nuestro acuario.
Se alimentan de algas verdes, como todos los nerítidos, con lo cual suponen una ayuda inestimable para los acuaristas en la lucha contra la proliferación de algas en los cristales y las plantas. Actúan como pequeños "barrenderos" con movimientos contínuos en busca de alimento por todo el acuario.
Sin duda se trata de animales con una belleza singular, apreciable por las personas que se fijan en los pequeños detalles. Merece la pena incorporar estos habitantes a nuestros acuarios y observar su comportamiento, al mismo tiempo que aprender a respetar sus ecosistemas y valorar los entornos naturales donde habitan.
Para más información consultad el Atlas de Acuavida.com: Theodoxus fluviatilis.
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hola isaac hace tiempo hablamos de las dugastellas valentina, y ahora te vengo a preguntar varias cosas sobre esta nerita que me encanta: las has reproducido? alguna observacion principal, tienes aun? y si no es así, sabes de alguna manera de conseguirlas? En la zona del norte donde vivo el agua es blanda y no se suelen dar... es de amplia distribucion en españa? y tu crees que los tamaños de sus poblaciones permiten la sustracción de unos pocos ejemplares, o la ecología seresentirá? Muchas gracias por todo de antemano y perdón por el interrogatorio.
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