Vamos a hacer una entrada sobre estos habitantes de nuestros acuarios tan poco conocidos.
Pese a lo que podemos pensar, las planarias están presentes en la gran mayoría de los acuarios de aficionados en todo el mundo. Estos animales pertenecen al filo de los platelmintos, unos gusanos de forma plana realmente muy primitivos evolutivamente hablando (supuestamente son descendientes de los cnidarios hydrozoos). Existen varios grupos dentro de este filo, siendo los más importantes los Acoelomorfos (planarias marinas), los Catenúlidos (los más primitivos) y los Triclados (la mayoría de planarias de agua dulce). Algunos animales dentro de esta clasificación se han especializado para poder vivir en ambientes terrestres húmedos como selvas tropicales (algunas superan el medio metro de longitud). Centrándonos en los triclados, que al caso son los que nos interesan, podemos decir que su cuerpo mide escasos milímetros, raramente pasan de un centímetro las especies más grandes. Está constituido por una fina capa muscular, rodeada de una membrana dérmica. En la parte ventral poseen millones de cilios que les permiten el movimiento, junto con una sustancia mucosa que segregan para poderse deslizar sobre superficies sólidas. En la cabeza presentan unos ocelos (ojos primitivos) conectados a su cerebro y a un sistema de ganglios nerviosos que recorren todo su cuerpo. También poseen una serie de quimiorreceptores que les permiten detectar diversas sustancias químicas disueltas en el agua.
Su coloración es variable, siendo la mayoría de veces organismos de tonos grisáceos o rosados (aunque existen especies verdosas, anaranjadas, azuladas, etc.). Al ser su cuerpo tan fino, algunas especies son prácticamente translúcidas, casi imperceptibles al ojo humano dado su escaso tamaño. Otras veces en cambio se presentan como animales bien patentes, de movimientos relativamente rápidos por el sustrato, las plantas o los cristales de los acuarios. Su forma por regla general recuerda al aspecto de una flecha, con una cabeza ensanchada y puntiaguda y un cuerpo alargado de bordes redondeados. También existen planarias filiformes, ovaladas o incluso cuadrangulares.
Este grupo posee una característica muy destacable, que reside en su capacidad de regeneración. Las planarias pueden reproducirse sexual o asexualmente. En el segundo caso, la planaria adulta puede fragmentar su cuerpo en unidades más pequeñas que regenerarán un animal completo. A veces esto se produce accidentalmente, quedando fraccionado el animal en pequeñas unidades que al cabo de unos días o semanas darán como resultado individuos completamente funcionales.
En otras ocasiones, del cuerpo de una planaria adulta brota una yema (gemación) que generará una nueva planaria, que al cabo de unos días (a veces incluso horas) se separará de su progenitor.
En las estaciones del año más propicias (primavera generalmente) las planarias se reproducen de forma sexual, siendo todos los individuos hermafroditas (presentan los dos sexos). Ya que no poseen órganos copuladores evolucionados, se da una modalidad de cópula llamada traumática. En esta cópula traumática, dos individuos se aparean perforando (literalmente) los tejidos de su pareja para inseminarla. Una vez que un individuo es fecundado, procede a depositar una diminuta bolsa de huevos, envuelta en una capa protecora, en el sustrato o entre las plantas. Al cabo de unas semanas (dependiendo de la temperatura del agua y otros factores) nacen las pequeñas planarias de vida libre. En ocasiones estos huevos pueden pasar por una etapa de desecación (en charcas estacionales, por ejemplo) tras el cual, al caer las primeras lluvias, eclosionan los huevos.
Las planarias son animales omnívoros, detritívoros oportunistas, es decir, aprovechan cualquier fuente de materia orgánica, ya sea materia vegetal en descomposición, cadáveres de animales o incluso pequeños moluscos y crustáceos más lentos que ellas. Por tanto sí es cierto que pueden constituir unos auténticos depredadores en miniatura. No osbtante, animales de mayor tamaño que ellas, de rápidos movimientos y en buen estado de salud tienen poco que temer a estos turbelarios. En ocasiones (situaciones de verdadera plaga) se juntan en grupos para "cazar" a moluscos de tamaño muy superior al suyo. En el centro del cuerpo y en posición ventral presentan una faringe (una especie de trompa) que pueden proyectar al exterior del cuerpo para ingerir el alimento. Esta faringe desemboca en un estómago simple, llamado ciego, sin salida al exterior. Los desperdicios residuales del proceso alimenticio salen fuera del animal a través del tegumento del propio cuerpo.
También hay que señalar la posibilidad de que las planarias actúen como vectores de algunas enfermedades para peces, moluscos y crustáceos, aunque en este grupo de platelmintos de agua dulce no es muy habitual, pero tampoco improbable.
En acuarios, en ocasiones, se convierten en una plaga. Esto sucede si no disponen de depredadores (peces y crustáceos carnívoros) que les den caza y, sobre todo, si la materia orgánica del acuario (alimento, restos de plantas, detritos orgánicos, cadáveres...) está en alta concentración en la capa del sustrato, sirviendo a modo de granja para estos animales. Este problema se soluciona simplemente sifonando el acuario con mayor frecuencia y reduciendo los aportes de alimento.
Habitualmente se tiende a eliminar estos organismos de nuestros acuarios. Sin embargo, dentro de unos límites poblacionales aceptables, no constituyen riesgo alguno para el resto de habitantes de un tanque. El tratamiento que se realiza en acuarios donde se han convertido en una plaga consiste en la utilización de agentes químicos (helminticidas). También se utiliza el método de subir la temperatura por encima de los 35-40ºC durante unas horas, tiempo necesario para acabar con los animales del acuario sin que sucumban las plantas (evidentemente evacuando previamente al resto de animales). Ambos métodos son bastante agresivos y en el caso de los químicos hay que considerar que los helminticidas o sustancias vermífugas también afectan a los moluscos, ya que estos grupos de fauna comparten muchas características comunes. Otro método es el control biológico, por ejemplo introduciendo en el acuario alguna especie de animales que deprede a las planarias (camarones, pequeños cangrejos, peces carnívoros, etc.).
En cualquier caso, las planarias, lejos de constituir una amenaza seria para la salud de nuestros acuarios, simplemente son otros habitantes más de nuestros ecosistemas de agua dulce y como tales hay que saber comprender su biología y sus costumbres.
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Pese a lo que podemos pensar, las planarias están presentes en la gran mayoría de los acuarios de aficionados en todo el mundo. Estos animales pertenecen al filo de los platelmintos, unos gusanos de forma plana realmente muy primitivos evolutivamente hablando (supuestamente son descendientes de los cnidarios hydrozoos). Existen varios grupos dentro de este filo, siendo los más importantes los Acoelomorfos (planarias marinas), los Catenúlidos (los más primitivos) y los Triclados (la mayoría de planarias de agua dulce). Algunos animales dentro de esta clasificación se han especializado para poder vivir en ambientes terrestres húmedos como selvas tropicales (algunas superan el medio metro de longitud). Centrándonos en los triclados, que al caso son los que nos interesan, podemos decir que su cuerpo mide escasos milímetros, raramente pasan de un centímetro las especies más grandes. Está constituido por una fina capa muscular, rodeada de una membrana dérmica. En la parte ventral poseen millones de cilios que les permiten el movimiento, junto con una sustancia mucosa que segregan para poderse deslizar sobre superficies sólidas. En la cabeza presentan unos ocelos (ojos primitivos) conectados a su cerebro y a un sistema de ganglios nerviosos que recorren todo su cuerpo. También poseen una serie de quimiorreceptores que les permiten detectar diversas sustancias químicas disueltas en el agua.
Su coloración es variable, siendo la mayoría de veces organismos de tonos grisáceos o rosados (aunque existen especies verdosas, anaranjadas, azuladas, etc.). Al ser su cuerpo tan fino, algunas especies son prácticamente translúcidas, casi imperceptibles al ojo humano dado su escaso tamaño. Otras veces en cambio se presentan como animales bien patentes, de movimientos relativamente rápidos por el sustrato, las plantas o los cristales de los acuarios. Su forma por regla general recuerda al aspecto de una flecha, con una cabeza ensanchada y puntiaguda y un cuerpo alargado de bordes redondeados. También existen planarias filiformes, ovaladas o incluso cuadrangulares.
Este grupo posee una característica muy destacable, que reside en su capacidad de regeneración. Las planarias pueden reproducirse sexual o asexualmente. En el segundo caso, la planaria adulta puede fragmentar su cuerpo en unidades más pequeñas que regenerarán un animal completo. A veces esto se produce accidentalmente, quedando fraccionado el animal en pequeñas unidades que al cabo de unos días o semanas darán como resultado individuos completamente funcionales.
En otras ocasiones, del cuerpo de una planaria adulta brota una yema (gemación) que generará una nueva planaria, que al cabo de unos días (a veces incluso horas) se separará de su progenitor.
En las estaciones del año más propicias (primavera generalmente) las planarias se reproducen de forma sexual, siendo todos los individuos hermafroditas (presentan los dos sexos). Ya que no poseen órganos copuladores evolucionados, se da una modalidad de cópula llamada traumática. En esta cópula traumática, dos individuos se aparean perforando (literalmente) los tejidos de su pareja para inseminarla. Una vez que un individuo es fecundado, procede a depositar una diminuta bolsa de huevos, envuelta en una capa protecora, en el sustrato o entre las plantas. Al cabo de unas semanas (dependiendo de la temperatura del agua y otros factores) nacen las pequeñas planarias de vida libre. En ocasiones estos huevos pueden pasar por una etapa de desecación (en charcas estacionales, por ejemplo) tras el cual, al caer las primeras lluvias, eclosionan los huevos.
Las planarias son animales omnívoros, detritívoros oportunistas, es decir, aprovechan cualquier fuente de materia orgánica, ya sea materia vegetal en descomposición, cadáveres de animales o incluso pequeños moluscos y crustáceos más lentos que ellas. Por tanto sí es cierto que pueden constituir unos auténticos depredadores en miniatura. No osbtante, animales de mayor tamaño que ellas, de rápidos movimientos y en buen estado de salud tienen poco que temer a estos turbelarios. En ocasiones (situaciones de verdadera plaga) se juntan en grupos para "cazar" a moluscos de tamaño muy superior al suyo. En el centro del cuerpo y en posición ventral presentan una faringe (una especie de trompa) que pueden proyectar al exterior del cuerpo para ingerir el alimento. Esta faringe desemboca en un estómago simple, llamado ciego, sin salida al exterior. Los desperdicios residuales del proceso alimenticio salen fuera del animal a través del tegumento del propio cuerpo.
También hay que señalar la posibilidad de que las planarias actúen como vectores de algunas enfermedades para peces, moluscos y crustáceos, aunque en este grupo de platelmintos de agua dulce no es muy habitual, pero tampoco improbable.
En acuarios, en ocasiones, se convierten en una plaga. Esto sucede si no disponen de depredadores (peces y crustáceos carnívoros) que les den caza y, sobre todo, si la materia orgánica del acuario (alimento, restos de plantas, detritos orgánicos, cadáveres...) está en alta concentración en la capa del sustrato, sirviendo a modo de granja para estos animales. Este problema se soluciona simplemente sifonando el acuario con mayor frecuencia y reduciendo los aportes de alimento.
Habitualmente se tiende a eliminar estos organismos de nuestros acuarios. Sin embargo, dentro de unos límites poblacionales aceptables, no constituyen riesgo alguno para el resto de habitantes de un tanque. El tratamiento que se realiza en acuarios donde se han convertido en una plaga consiste en la utilización de agentes químicos (helminticidas). También se utiliza el método de subir la temperatura por encima de los 35-40ºC durante unas horas, tiempo necesario para acabar con los animales del acuario sin que sucumban las plantas (evidentemente evacuando previamente al resto de animales). Ambos métodos son bastante agresivos y en el caso de los químicos hay que considerar que los helminticidas o sustancias vermífugas también afectan a los moluscos, ya que estos grupos de fauna comparten muchas características comunes. Otro método es el control biológico, por ejemplo introduciendo en el acuario alguna especie de animales que deprede a las planarias (camarones, pequeños cangrejos, peces carnívoros, etc.).
En cualquier caso, las planarias, lejos de constituir una amenaza seria para la salud de nuestros acuarios, simplemente son otros habitantes más de nuestros ecosistemas de agua dulce y como tales hay que saber comprender su biología y sus costumbres.
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estos turbelarios en que epoca del registro fosil aparecen??
ResponderEliminargracias opr el aporte.
El problema principal que encuentran los paleontólogos (y los zoólogos en general) al intentar determinar el origen de este grupo, es que al tratarse de animales de cuerpo blando, no aparecen en el registro fósil, por tanto es casi imposible determinar el punto de aparición de algunos grupos en la escala evolutiva. La teoría más aceptada es que los turbelarios son los primeros animales de simetría bilateral, posiblemente descendientes de larvas plánulas de cnidarios (las actuales medudas y pólipos) y por tanto su origen se remontaría a unos 700 millones de años de antigüedad (el origen del reino animal, prácticamente).
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