En esta entrada quería hacer un "remix" de los artículos que ya publicamos en Custanews Nº0 sobre el uso de la Terminalia catappa (almendro indio) así como de otras hojas que pueden aportar múltiples beneficios a nuestro acuario. Así que, sin más, aquí tenéis la adaptación a formato blog de esos dos artículos, espero que os sea de utilidad.
Terminalia catappa, el Almendro Indio:
Terminalia catappa es un árbol tropical de la familia Combretaceae.
En la literatura popular se le conoce por los nombres de almendro indio,
almendrón, almendro tropical, almendro malabar, almendro bengalí o de Singapur,
almendro marino, falso kamani o, en Brasil, castanhola, entre muchos otros. Su
lugar de origen es una amplia zona de distribución indoasiática entre Nueva
Guinea y la India. Se trata de un árbol que alcanza unas grandes dimensiones,
en ocasiones superando los 35-40 metros de altura, con una copa que puede
abarcar un diámetro de más de 35 metros. La disposición de las ramas es
bastante uniforme, con una orientación prácticamente horizontal. Se trata de un
árbol caducifolio, pese a su distribución tropical. En la época seca, en su
lugar de origen, las hojas adquieren tonalidades que van desde el rojo rosáceo
hasta el amarillo parduzco, y poco a poco todas se desprenden de las ramas.
Estas hojas tienen unas dimensiones aproximadas de entre 15 y 25 centímetros de
largo por 10-15 centímetros de ancho, siendo más anchas en el extremo terminal
que cerca del peciolo. Presentan bordes suaves y redondeados, así como
nervaduras paralelas que parten de un nervio central longitudinal muy
prominente. Las hojas frescas son de un color verde intenso, muy brillante,
acerado por el haz y más mate por el envés. Dentro del mismo árbol se dan
flores masculinas y femeninas, agrupadas en amentos, ambas muy discretas, de
aproximadamente 1 centímetro y colores verdosos o blanquecinos. Tras la
fertilización de las flores femeninas éstas forman frutos de tipo drupa,
comestibles y de sabor ácido, de color verde al principio (después se vuelven
rojas o amarillentas) de unos 6 centímetros. Cada drupa contiene en su interior
una sola semilla alargada y fusiforme. La madera de su tronco es rojiza y muy
resistente.
Hojas de Terminalia catappa. Autor: Isaac García
Estos árboles se han cultivado
con fines paisajistas, siendo muy utilizados en jardinería en países de climas
tropicales o semitropicales por su amplia sombra y su frondosidad.
Tradicionalmente su madera ha sido empleada en la zona indoasiática para la
construcción de canoas y botes de pesca, debido a la excepcional resistencia de
ésta a la podredumbre producida por el agua.
En la acuariofilia este árbol
cuenta con unas propiedades casi legendarias. Desde tiempos remotos, los
acuaristas orientales han usado sus hojas secas en acuarios para la cría de
peces tropicales, como es el caso de los bettas en Taiwán, debido a sus
propiedades medicinales y estabilizantes. En tiempos más recientes su uso se ha
extendido a otros tipos de acuarios, como en los amazónicos, en acuarios de
peces disco o en el caso de acuarios para invertebrados, sobre todo en
gambarios. Podríamos decir coloquialmente que estas hojas se han puesto de moda
y su utilización resulta muy beneficiosa.
Hojas verdes de almendro indio. Autor: Isaac García
Entre los compuestos que
contienen las hojas podemos citar pigmentos como las violaxantinas, la luteína
o la zeaxantina. Tienen una alta composición de flavonoides como el kamferol y
la quercitina, taninos como la punicalina o la tercatina, así como saponinas y
fitosteroles. La corteza del árbol, al igual que las hojas, también contiene
estos principios esenciales que se utilizan incluso en la medicina popular para
consumo humano, por ejemplo para el tratamiento de trastornos y dolencias
hepáticas, trastornos gastrointestinales como la diarrea, la disentería, etc.
Algunos autores afirman que tienen propiedades anticancerosas. Como mínimo se
puede afirmar que su alto contenido en sustancias antioxidantes constituye un
beneficio más que notable en la regulación de muchos procesos biológicos, entre
ellos cabe citar la protección que ofrecen frente a los radicales libres de
oxígeno procedentes del metabolismo celular, actuando como protectores frente a
la radiación ultravioleta en la dermis o inhibiendo el efecto de los metales
pesados.
Estos compuestos tienen múltiples
propiedades adicionales, por ejemplo a nivel del sistema cardiovascular,
impidiendo la formación de trombos y actuando como tónico cardiomuscular; su
utilidad como protectores de la mucosa gastrointestinal está más que probada,
impidiendo la absorción de sustancias tóxicas del ambiente y los alimentos; así
como sus propiedades antimicrobianas, antifúngicas o antivirales; también
actúan como analgésicos y como antiinflamatorios. Los taninos confieren una
pigmentación particular al agua y poseen propiedades astringentes, contrayendo
los tejidos, lo cual favorece los procesos de cicatrización. Las saponinas y
los fitosteroles reducen la absorción del colesterol excesivo a nivel
intestinal. La luteína y la zeaxantina son dos potentes antioxidantes que
producen efectos, entre otros, a nivel del sistema ocular, impidiendo la
formación de cataratas y otras dolencias relacionadas con la visión. Estos
compuestos no pueden ser sintetizados por los animales, con lo cual deben
incorporarlos a partir de la dieta.
En resumen, se trata de una
planta que, administrada con prudencia, provee al acuario de invertebrados (que
es el caso que nos ocupa) de una batería de medidas preventivas y medicinales
que finalmente van a repercutir en la salud de animales como los crustáceos o
los moluscos, impidiendo la aparición de hongos e infecciones bacterianas así
como actuando a distintos niveles en el organismo de los animales, lo cual, a
medio y largo plazo, va a suponer un nivel de salud y prevención que es difícil
de igualar con otros compuestos artificiales o naturales.
Las hojas, una vez secas, pueden
ser recolectadas directamente de la naturaleza, incluso de algunos parques y
jardines. Dado que seguramente en muchos lugares no tendremos estos árboles a
nuestra disposición, podemos adquirirlas en tiendas especializadas o mediante
intercambios con otros acuaristas que vivan en lugares donde sí las hay. Para
asegurarnos de que estas plantas no contienen ninguna clase de tratamiento
químico fitosanitario es conveniente realizarles varios lavados, hervirlas en
agua un par de veces y volverlas a secar para su almacenamiento. Posteriormente
podemos conservarlas en un lugar fresco y seco apartado de la luz directa,
asegurándonos de que no son accesibles a insectos descomponedores. Al estar
deshidratadas su conservación puede prolongarse durante meses, incluso años en
óptimas condiciones. A la hora de utilizarlas en el acuario bastará con
sumergirlas y esperar hasta que se rehidraten, momento en el cual caerán al
fondo del tanque y serán consumidas gradualmente por los invertebrados, a
medida que el tejido seco de las hojas se descomponga. Otra forma de
utilizarlas es colocándolas en un compartimento del filtro, donde poco a poco
irán liberando las sustancias químicas que contienen y éstas pasarán a formar
parte del agua del acuario por disolución. También se pueden triturar las hojas
secas e incorporar el polvo resultante a alimentos preparados como papillas o
pastillas de fondo caseras. En cualquier caso, incorporando estas hojas a la
dinámica de mantenimiento de nuestros acuarios conseguiremos tener unos tanques
más sanos y estables donde podremos criar con una mayor tasa de éxito numerosas
especies de gambas y caracolas de agua dulce.
Otras Hojas e Invertebrados:
Muchas son las especies de
árboles que nos brindan la oportunidad de utilizar sus hojas para la
alimentación de nuestros invertebrados y que, de manera directa o indirecta,
aportan sustanciales beneficios al equilibrio de nuestros acuarios. Algunas de
estas especies son autóctonas de la Península Ibérica mientras que otras
podemos encontrarlas asilvestradas o introducidas en nuestros cultivos típicos.
Enumeramos a continuación algunas de ellas y las propiedades que supuestamente poseen:
-Tilo (Tilia alba, T. cordata,
etc.): englobados en la familia de las malváceas, los tilos o tilias están conformados
por varias especies de árboles de hojas anchas y finas que poseen en su
composición mucílagos que pueden resultar muy beneficiosos para el sistema
digestivo de peces e invertebrados, del mismo modo que poseen efectos
relajantes y positivos sobre el sistema mucoso-respiratorio. Contienen diversos
tipos de terpenos y flavonoides, limoneno, eugenol y ácido cafeico, entre otras
sustancias. Muchas de ellas contribuyen a la correcta formación de secreciones
hepatogástricas o tienen un papel biológico importante como antioxidantes. Los
compuestos activos del tilo funcionan, en este aspecto, como un diurético
natural. Recientes estudios también apuntan que en dosis adecuadas actúan como
anticancerosos. Sin embargo, no debemos abusar de estas hojas ya que sus
compuestos, en concentraciones elevadas, pueden provocar problemas de salud en los
invertebrados. Suministradas de manera eventual pueden constituir un beneficio
notable para nuestros animales.
Palaemonetes zariquieyi sobre hojas de vid. Autor: Isaac García
-Fagáceas: dentro de esta familia
encontramos diversidad de especies arbóreas como las hayas (Fagus sylvatica), el roble (Quercus ruber) o la encina (Quercus ilex). Pese a que las hojas de
haya son de consistencia blanda y espesor fino, las de robles y encinas son más
resistentes a la descomposición, por lo que permanecerán más tiempo en nuestros
acuarios. El mejor aporte que hacen las fagáceas a nuestros tanques es liberar
gran cantidad de flavonoides (como las catequinas o la quercetina) y taninos
(como el ácido gálico), lo que confiere un color tintado amarillento, marrón o
parduzco que oscurece ligeramente el agua. Los taninos son compuestos
fenólicos, cuyas propiedades son principalmente astringentes, antiinflamatorias
y antioxidantes. Las catequinas y la quercetina por su parte comparten ciertas
de estas propiedades y añaden la de ser inmunoestimulantes. En disolución, los
taninos, precipitan sustancias venenosas como puedan ser alcaloides y sales
metálicas en suspensión e impiden su absorción a nivel intestinal. También se
cuenta entre las propiedades de estas hojas la de ser antibacterianas,
impidiendo la rápida proliferación de organismos patógenos.
Hojas de roble y encina. Autor: Isaac García
-Arces (Acer granatense, A.
campestris, A. monspessulanum,
etc.): pertenecen a la familia de las aceráceas y generalmente presentan hojas
palmadas y lobuladas de fino grosor. Las propiedades del arce no son
excesivamente notorias aunque sí se ha descrito su uso como astringente. Del
mismo modo aporta materia orgánica cuya degradación es relativamente rápida si
la comparamos con otras hojas más resistentes, con lo cual será un aporte de
alimento aceptado por muchos invertebrados. Constituye más veces un aporte
visual al acuario (por la belleza de sus hojas rojizas o de tonalidades ocres)
que un aporte nutricional o medicinal.
-Nogal (Junglans regia): pertenece a la familia de las junglandáceas y es
un árbol de hojas compuestas de zonas
frías de Europa y Asia. Las hojas de nogal son ricas en taninos y flavonoides,
polifenoles y ácidos grasos. Del mismo modo también contiene alcaloides que en
altas concentraciones pueden resultar tóxicos (por lo que no conviene abusar de
ellas). Unos compuestos a destacar son las juglonas, sustancias tóxicas que se
acumulan principalmente en las raíces, pero también en pequeñas cantidades en
las hojas. Las juglonas actúan inhibiendo el crecimiento de otras plantas
alrededor del nogal, para así evitar la competencia por los recursos. Las hojas
poseen varios aceites esenciales y vitaminas y sus efectos más notorios son los
de antiséptico, bactericida, fungicida y antiparasitario. Muchas de las
sustancias contenidas en las hojas presentan actividad antioxidante y en la
medicina tradicional se han empleado para regular las secreciones hepatogástricas,
produciendo beneficios apreciables a nivel digestivo, cardiovascular, endocrino
y dermatológico.
Hojas de olmo (Ulmus minor). Autor: Isaac García
-Otras hojas: aunque su uso en
acuariofilia no está muy extendido,
existen otras especies de árboles y plantas que pueden aportar, en teoría,
ciertos beneficios o propiedades al agua de los acuarios. Por citar algunos
ejemplos, tenemos las hojas de castaño (Castanea
sativa), una fagácea algo más escasa en nuestros bosques, que aportan
taninos al agua y que se han empleado en la medicina tradicional como astringentes,
antidiarreicas, antipiréticas o antiinflamatorias. Las hojas de árboles y
plantas de la familia de las rosáceas (como el almendro, el peral, el manzano,
las zarzas, las rosas, etc.) cuya
descomposición es relativamente rápida y aportan materia orgánica de fácil
asimilación para crustáceos y gasterópodos, son otra de las opciones asequibles
para el aficionado acuariófilo. Dentro de nuestros cultivos típicos, aunque se
trate de una especie proveniente de Asia, encontramos el níspero (Euryobotria japonica), cuyas hojas
jóvenes contienen pequeñas trazas de cianuro, que desaparece al tratarse de
hojas maduras y secas. Recientemente en esta especie se han descubierto
sustancias anticancerosas al igual que otros compuestos que supuestamente
estimulan el desarrollo de las células capilares (posiblemente también tengan
cierto efecto positivo en la formación de los tejidos cuticulares de los
crustáceos). En el caso de la morera (Morus
alba) también es fácil conseguir sus hojas, finas, blandas y de amplia superficie,
que una vez secas de forma natural (para que pierdan el látex) constituyen un
buen alimento para los invertebrados. Con unas propiedades similares
encontramos las hojas de las vides o parras (Vitis vinifera). También podrían tener un potencial uso en
acuariofilia hojas como las del sauce (Salix
sp.), el chopo o el álamo (Populus
sp.), todas ellas de la familia de las salicáceas, o el avellano (Corylus avellana) de la familia de las
betuláceas. El uso del olmo (Ulmus
sp.) o el alcanforero (Cinnamomum camphora),
árboles de las familias ulmáceas y lauráceas respectivamente, parece ser que
también podría resultar beneficioso para los invertebrados.
Hojas de níspero en gambario. Autor: Isaac García
-Cortezas: muchas de las cortezas
de árboles citados en este pequeño artículo poseen iguales o mejores
propiedades que las hojas en sí, como es el caso del roble, el tilo, el arce o
el nogal, entre muchos otros. La adición de pequeñas cantidades de cortezas de
estas especies en los acuarios liberarán, a la larga, sustancias como taninos,
cuyos beneficios han quedado expuestos con anterioridad.
Hojas de morera (Morus alba) en caracolario. Autor: Isaac García
Sin duda se trata de un campo
todavía por explorar y experimentar para llegar a un conocimiento más profundo
y que el uso de hojas y cortezas resulte verdaderamente beneficioso para los
habitantes de nuestros acuarios.
Restos de nervaduras de hoja de alcanforero. Autor: Isaac García
Esas hojas no son de terminalia catappa
ResponderEliminarHola Anónimo...
ResponderEliminarMmmmm vamos a ver, todas las hojas que aparecen en este artículo no son de Terminalia catappa (cada imagen tiene su pie de foto indicando lo que es), pero las dos primeras imágenes SÍ que corresponden a Terminalia catappa, ya que se trata de un árbol que localicé personalmente y son dos hojas de una rama joven por lo que quizá no tienen esa forma característica de las hojas de árboles de mayor porte que quizá son las que has visto siempre... te aseguro que eran hojas verdes de Terminalia, olían a Terminalia y tenían textura de hoja de Terminalia, cosa que es difícil de apreciar en una mala foto con flash ^^ pero agradezco tu interés por intentar aportar veracidad al blog. Si en un futuro quieres dejar otra opinión te agradecería que indicases tu nombre y argumentases un poco más tu aportación.
Un saludo cordial desde Alicante.
Hola, muy buen aporte gracias, me quede con la duda de las dos primeras imágenes de Terminalia catappa, en donde vivo hay varios arboles que según yo son de almendro, y no coinciden con tus imágenes, aunque sean plantas muy jovenes la forma de la hoja es característica y su textura es como acerada, quisiera saber si ¿aun tienes de esas hojas? igual y estoy en un error con mi identificacion de los arboles, por cierto me encuentro en Chiapas México, saludos y agradezco una respuesta.
ResponderEliminarLas fotos de la polémica, vamos a analizarlas un poco: la fotografía está sacada en una habitación con luz artificial y flash, os aseguro que el envés de las hojas (la parte de abajo) no tenía esa textura blanquecina que se aprecia en la primera imagen (sería lo que en fotografía se conoce como un artefacto, algo que realmente no es así), de hecho la textura general de la hoja era bastante acerada y del verde característico del almendro indio, así que, seguramente, en el envés de la hoja hay estructuras que reflejan la luz directa de un flash produciendo ese efecto o el ángulo de la hoja produjo ese color en la imagen (ya dije que la foto era mala, muy mala, pero es la mejor que pude sacar aquel día). Hay que tener en cuenta otro factor y es que ese árbol no estaba en su ecosistema ideal, por decirlo de alguna manera. Me comentas que tú vives en Chiapas. Bueno, aquí en Alicante, más en concreto en San Vicente del Raspeig, pertenecemos a la zona climática del semi-árido mediterráneo... no es ni de lejos el mejor clima para un almendro indio. De hecho es el único árbol que he localizado en la provincia de Alicante y, a día de hoy, ya no existe. No sé el motivo, pero los trabajadores del cementerio donde se encontraba decidieron talarlo desde la base el diciembre pasado. Cuando tomé esas fotos, el verano pasado, hablé con ellos y les comenté que era un árbol muy especial, ya que era el único que había visto yo en toda la provincia. Me comentaron que hacía unos años había brotado en el jardín de la puerta y que nadie sabía qué era, pero que lo habían dejado crecer porque era bonito. Poco después hablé con otro operario del cementerio y me dijo que alguien había traído una especie de "nueces" y las había plantado en una maceta de las que tenían por allí y que luego trasplantaron el arbolito al suelo... Todo este rollo lo comento para que veáis que la historia más o menos coincide con lo que podría ser el árbol, que no tendría más de 4-5 años, era poco más alto que yo. Debemos tener en cuenta que las plantas cuando se adaptan a un ecosistema que no es el suyo desarrollan morfologías diferentes a las "estándar" y no es de extrañar que la forma de la hoja no coincida con las típicas que se puedan ver en Indonesia, en Chiapas o en Tenerife, por poner tres ejemplos. De todas formas os aseguro que los brotes, la forma de las hojas superiores del árbol, la disposición de las ramas, la forma y color del tronco, el olor al apretar una hoja... todo coincidía con el almendro indio. Como os digo, el árbol por desgracia ya no está (me acerqué una tercera vez cuando me di cuenta que lo talaron, pero no vi brotes en el suelo así que no tengo mucha esperanza de que se recupere) y yo ya no tengo hojas, ya que sólo cogí las dos hojas secas destrozadas que encontré por el suelo y dos hojas verdes a las que llegaba con la mano sin meterme en el jardín (los operarios estaban mirando, no era plan de ponerse a arrancarle ramas al árbol y tampoco era mi intención). Así que ya no sé qué más contaros de esta historia ^^ Si queréis pensar que no era Terminalia catappa, perfecto, después de haber estudiado tantos años botánica yo estoy convencido de que lo era, pero evidentemente me puedo equivocar. En cualquier caso mis gambas y caracoles dieron buena cuenta de las hojas. Lo que os puedo garantizar sin ninguna duda es que se trataba de un árbol plantado allí por alguien, no se trataba de un árbol ornamental de los que podemos ver por los jardines de Alicante ni había salido de la dispersión de semillas por parte de las aves, y desde luego (por si alguien lo está pensando) no era un Ficus sp. ni nada parecido :)
ResponderEliminarUlises, de todas formas, os dejo unos enlaces a imágenes de Terminalia donde podéis ver que todas las hojas no son iguales ni estándar, hay hojas más redondeadas, hojas más puntiagudas, etc., sobre todo hay mayor variedad cuanto más joven es el árbol o la rama.:
ResponderEliminarhttp://www.seasonwatch.in/images/species/1085_Terminalia%20catappa/1085_1.jpg
http://2.bp.blogspot.com/_cCADv74NwvY/TGo4W80a3eI/AAAAAAAAAaw/YEFcO1Cpu9U/s1600/terminalia+catappa.jpg
http://2.bp.blogspot.com/-XCM6NjqUo3o/UNAE_RfxoKI/AAAAAAAACE4/sKrz7beVR4s/s1600/DSC_0005.JPG
Un saludo cordial desde Alicante.
De todas formas, la identificación de las hojas de esta especie es muy muy sencilla, para despejar las dudas ya definitivamente y por si te sirve para identificar correctamente el árbol del que me hablas.
ResponderEliminarFíjate en la nerviación de la hoja en los bordes, en hojas adultas y maduras, el dibujo de la nerviación hace una especie de lóbulos cuando está alcanzando el borde de la hoja, como si los nervios no quisieran llegar hasta el mismo borde, girasen y se unieran al nervio siguiente, haciendo el lóbulo. Puedes ver lo que te digo en esta imagen:
http://herbaria.plants.ox.ac.uk/vfh/image/imgs/707/500_terminalia_catappa.jpg
Buenas gracias por el aporte. Una duda todos los árboles que comentas son beneficiosos para acuario con gambitas, sobre todo el de encima y chopo que es lo que más tengo por aquí.un saludo
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