Me gustaría hacer una fugaz visita por algunos ecosistemas húmedos de la provincia de Castellón. Esta región, situada al norte de la Comunidad Valenciana, es la provincia con menor densidad de habitantes de la costa de Levante, la segunda más montañosa de España y una de las mejores exponentes de espacios naturales relativamente intactos del territorio nacional. Estas circunstancias permiten que en Castellón podamos disfrutar de extensos bosques mediterráneos, sierras prácticamente vírgenes, ríos de montaña, con sus remansos y pozas, cascadas, embalses y lagunas naturales, sistemas de cuevas subterráneas, etc. En su costa es muy típico el ecosistema de marjal, o humedal costero, con llanuras de cañas, carrizales y junqueras, alternando estos entornos con otros más antropizados pero igualmente interesantes, como los sistemas de regadío o de huerta de cítricos, cruzados por redes de acequias y canales rebosantes de fauna acuática. El hecho de compartir mi vida con una castellonense encantadora desde hace ya más de una década, me ha permitido conocer muchos rincones de estas hermosas tierras con un detalle exquisito. Ahora, desde hace un par de años, al mudarnos a vivir a la capital de La Plana y dedicarnos al sector de la sanidad ambiental, he podido disfrutar (aunque a veces también sufrir), de una manera que jamás pensé, lo agreste de este territorio.
Dos lugares interesantes para visitar en el interior de Castellón son las localidades de Jérica y Montanejos. Ambos son pueblos de escasos habitantes, situados en la serranía del Alto Mijares y cercanos al Pantano de Arenoso, rodeados por densos bosques de pino carrasco, encinares y sotobosque mediterráneo. Nos centraremos en esta entrada en el pueblo de Montanejos, famoso en la comarca por sus aguas mineromedicinales y la belleza de sus tierras.
Y digo que es recomendable la visita a este pueblecito de origen árabe y repoblado con aragoneses, porque nada más llegar uno se enamora del lugar. La belleza del río es cautivadora, el Mijares en su tramo alto (Riu Millars en valenciano) con su vivaracho lecho plagado de cantos rodados de todos los tamaños y serpenteando hasta el Puente de San José. Otros lugares a destacar son El Chorrador, algunas de las cuevas de la zona (Cova Negra, la Maimona o la Gotera), La Canalica o el Pinar de la Porquera.
Si seguimos el paseo río arriba llegaremos a una zona de escalada (Los Estrechos), con una imponente fachada de roca que desafía a los valientes a trepar por ella. A sus pies yacen unas pozas donde la gente se libera del calor en las horas más sofocantes del verano y entre sus aguas limpias y cristalinas encontramos dos habitantes, entre otros, de lo más particular. Las estrellas de la fauna invertebrada del lugar son sin duda Melanopsis tricarinata ssp. tricarinata y Theodoxus fluviatilis, retorcidas cuales tornillos las primeras y policrómicas joyas adamascadas en miniatura los segundos.
Supuestamente estas aguas frías podrían albergar al unicornio de nuestros cangrejos de río, el Austropotamobius pallipes o cangrejo de río ibérico, pero sin embargo la presencia de su primo americano, el Procambarus clarkii, hace suponer que han sido totalmente desplazados de sus nichos ecológicos, ya sea por la letal afanomicosis o por la competencia directa con sus familiares rojos. Hablando con los lugareños de cierta edad, ya no sólo en Montanejos, sino en la gran mayoría de pueblos castellonenses, nos narran las historias de su infancia cuando iban al río y "en un momento se sacaban varias docenas de cangrejos, pero de los de antes, de los de color claro, esos que estaban buenos y sabrosos, de pinzas grandes, y que abundaban en todos los tramos del río". Hoy en día no hemos tenido éxito en localizarlos en ningún término de Castellón, la foto se hace de desear... por ahora.
Por supuesto, podemos encontrar otra fauna invertebrada en las aguas de la zona, como ninfas de libélula, de caballito del diablo, coleópteros (ditíscidos e hidróbidos) y chinches acuáticos (zapateros y remeros) y una miríada de insectos que revolotean en torno al agua y las plantas de ribera. Otro habitante de la zona, invertebrado pero terrestre en este caso y difícil de ver, es el bicho palo autóctono, que ramonea por las zarzas. También podemos encontrar una enorme variedad de aves de sotobosque y de ribera, algunos anfibios y reptiles autóctonos y, para los amantes de la paleontología, algún que otro fósil aquí y allá, de hecho la provincia entera es un gran yacimiento fosilífero, sobre todo del Cretácico.
En definitiva, con o sin baño, la visita a Montanejos es un paseo agradable para los amantes de la naturaleza, de la aventura o, en general, de una buena escapada al aire libre, solo o en compañía. En otra ocasión descubriremos otras rutas que también nos cautivarán.
Rutas senderistas alrededor de Montanejos. Imagen: Isaac García
Dos lugares interesantes para visitar en el interior de Castellón son las localidades de Jérica y Montanejos. Ambos son pueblos de escasos habitantes, situados en la serranía del Alto Mijares y cercanos al Pantano de Arenoso, rodeados por densos bosques de pino carrasco, encinares y sotobosque mediterráneo. Nos centraremos en esta entrada en el pueblo de Montanejos, famoso en la comarca por sus aguas mineromedicinales y la belleza de sus tierras.
Río Mijares a su paso por Montanejos. Imagen: Isaac García
Y digo que es recomendable la visita a este pueblecito de origen árabe y repoblado con aragoneses, porque nada más llegar uno se enamora del lugar. La belleza del río es cautivadora, el Mijares en su tramo alto (Riu Millars en valenciano) con su vivaracho lecho plagado de cantos rodados de todos los tamaños y serpenteando hasta el Puente de San José. Otros lugares a destacar son El Chorrador, algunas de las cuevas de la zona (Cova Negra, la Maimona o la Gotera), La Canalica o el Pinar de la Porquera.
Pozas azules en la zona alta del pueblo. Imagen: Isaac García
Theodoxus fluviatilis en las rocas del río. Imagen: Isaac García
Melanopsis tricarinata. Imagen: Isaac García
Supuestamente estas aguas frías podrían albergar al unicornio de nuestros cangrejos de río, el Austropotamobius pallipes o cangrejo de río ibérico, pero sin embargo la presencia de su primo americano, el Procambarus clarkii, hace suponer que han sido totalmente desplazados de sus nichos ecológicos, ya sea por la letal afanomicosis o por la competencia directa con sus familiares rojos. Hablando con los lugareños de cierta edad, ya no sólo en Montanejos, sino en la gran mayoría de pueblos castellonenses, nos narran las historias de su infancia cuando iban al río y "en un momento se sacaban varias docenas de cangrejos, pero de los de antes, de los de color claro, esos que estaban buenos y sabrosos, de pinzas grandes, y que abundaban en todos los tramos del río". Hoy en día no hemos tenido éxito en localizarlos en ningún término de Castellón, la foto se hace de desear... por ahora.
Melanopsis tricarinata alimentándose de cañas muertas. Imagen: Isaac García
Por supuesto, podemos encontrar otra fauna invertebrada en las aguas de la zona, como ninfas de libélula, de caballito del diablo, coleópteros (ditíscidos e hidróbidos) y chinches acuáticos (zapateros y remeros) y una miríada de insectos que revolotean en torno al agua y las plantas de ribera. Otro habitante de la zona, invertebrado pero terrestre en este caso y difícil de ver, es el bicho palo autóctono, que ramonea por las zarzas. También podemos encontrar una enorme variedad de aves de sotobosque y de ribera, algunos anfibios y reptiles autóctonos y, para los amantes de la paleontología, algún que otro fósil aquí y allá, de hecho la provincia entera es un gran yacimiento fosilífero, sobre todo del Cretácico.
Algas mucilaginosas muy desarrolladas en las rocas del río. Imagen: Isaac García
En definitiva, con o sin baño, la visita a Montanejos es un paseo agradable para los amantes de la naturaleza, de la aventura o, en general, de una buena escapada al aire libre, solo o en compañía. En otra ocasión descubriremos otras rutas que también nos cautivarán.