En esta entrada vamos a tratar uno de los problemas más recurrentes de muchos de los aficionados a la acuariofilia que mantienen caracoles de pequeño tamaño en sus acuarios: las plagas. Aunque es un tema que se repite con frecuencia en muchos foros y webs dedicadas a la acuariofilia en general siguen existiendo algunas dudas al respecto que espero aclarar en este mini-artículo.
Para empezar podemos definir qué es una plaga exactamente. Una plaga es una situación en la que una especie animal (en este caso) produce una serie de daños o perjuicios de diferentes tipos al ser humano o sobre un ecosistema de interés para el ser humano, por ejemplo daños económicos, estéticos o de transmisión de enfermedades. Conviene destacar que una especie o un conjunto de especies no constituyen una plaga de por sí, sino que sólo se consideran plaga cuando producen el daño. Mucha gente puede pensar que una especie es "buena" o "mala" pero realmente las especies animales son lo que son, no se pueden encuadrar dentro de las ideas humanizadas del bien o el mal, simplemente hay que conocer su biología y determinar si pueden constituir un beneficio o ser perniciosas según las circunstancias. Hay muchas especies que, para el caso que nos ocupa, producen notables beneficios o simplemente son inocuas en un acuario, pero que al multiplicarse desorbitadamente pueden empezar a producir daños de diferente tipología (ensucian, comen plantas, desentierran raíces, matan a otros animales, contaminan el agua, etc.). Determinados organismos pueden constituir una plaga aun estando presentes en pequeños números ya que son transmisores de enfermedades o producen daños muy notables.
Melanoides tuberculata en el sustrato. Autor: Isaac García